• Pedro Morales
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·         Tiran a titular de la Profeco, no le tiembla la mano al Presidente

·         En Tlaxcala hay  hermanas, hermanos e hijos que abusan del poder

·         ¿Qué pasó con las cuentas de la feria?

Llama la atención la caída del titular de la  Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), Humberto Benítez,  por permitir abuso de poder de su hija, es claro que “no le tembló la mano” al presidente Enrique Peña Nieto, para cesarlo.

Benítez, considerado un hombre muy cercano al actual mandatario de México, debió soportar en los últimos días una andanada de críticas.

Luego de que se conociera que la institución que presidía ordenó el cierre del restaurante en el que le habían negado una mesa a su hija, Andrea.

Aunque Benítez no ordenó, ni participó en el incidente, Peña Nieto decidió removerlo de su cargo "al considerar que este caso ha dañado la imagen y prestigio de la institución".

Según el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, dijo que la decisión tiene como fin "evitar que se vulnere la autoridad y eficacia de la Profeco, ante prácticas que atentan contra los derechos de los consumidores del país".

Además, la remoción "envía un mensaje claro a todos los servidores públicos", quienes además de "cumplir nuestras funciones dentro del marco de la ley, estamos obligados a desempeñarnos con ética y absoluto profesionalismo".

Se trata de la primera baja del equipo de Peña Nieto, quien asumió la presidencia el primero de diciembre. El caso, conocido popularmente en México como "Lady Profeco", levantó molestias por el uso indebido de las influencias políticas.

Esta acción contundente no se festina, pero es un parte aguas de lo que los gobernados queremos, que no regrese el viejo PRI, ya estamos cansados de abusos, imposiciones y ocurrencias.

No se vale que hermanas cobren en varios lados, sin que nadie haga nada, que los hermanos igual abusen de la relación e influencias, que los hijos, no todos, también hagan gala de prepotencia y abuso de poder.

No es nada personal contra nadie.

Por eso otra vez llama la atención que en Tlaxcala se diga que todos los funcionarios penden de un “hilito” y que a quien se dice coordinador de los esfuerzos de algunos tlaxcaltecas, no le tiemble la mano. ¿O sí?

Pero no hace nada y sigue peor en el mundo de la incredulidad.

Para soltar el hilito, para que rueden cabezas, aunque exista malestar entre la gente, se denuncien anomalías, pero nada prospera, ni los escándalos de los “cachorritos” de la gente en los cuatro niveles del poder.

Por ejemplo cuando se tolera que la imagen del jefe esté por los suelos, por un manejo errático de la información, es la hora que el mensaje político no llega a la gente, hay responsables.

De que las campañas que se han realizado en lo que va de la administración estén dirigidas a personas para niveles muy escasos de inteligencia, con bolitas y muñequitos que no son los que gobiernan.

De quienes viven en el pasado de telarañas y quema de brujas, al ser incapaces de desarrollar una política moderna de comunicación y eso pasa cuando “nos rodeamos de puros cuates”.

De cuando la radio y televisión no son capaces siquiera de disimular lo malo que pasa, por ejemplo en esa rechifla de la carga al sable, del cuadrado manejo de la información en Tlaxcala. Del “Mocosón” de Televisa.

Ahora al revés, nuestra entidad llama la atención por ser un modelo a nivel nacional de lo que no debe hacerse en materia de comunicación, de la nula estrategia que lleva en tobogán de caída a un sistema.

Allá que con su pan se lo coman.

Un pajarito nos dijo que bigotón personaje, que se siente aviador, artista, arquitecto, fotógrafo, sibarita de la comida, del pulque y los buenos vinos, sobre todo de la paella, está  “chiquiado”.

Que ya le pidieron su renuncia como flamante empleado federal porque no dio el ancho, mucho menos el largo, porque ahora como vemos nuestro Presidente no se anda por las ramas, o trabajan o se van a la calle, no hay consentidos.

Por cierto una cabeza que debe de rodar es la del titular del OFS, Crispín Corona Gutiérrez, por la siguiente nota informativa publicada a finales del 2012, que evidencia omisión de actuación y lo que resulte:

Para conocer la captación de recursos y el uso y destino de éstos, el Órgano de Fiscalización Superior (OFS)  dijo que iniciará una auditoría al Patronato de Feria Tlaxcala 2012, que preside Joaquín Cisneros Fernández.

Esa acción se iba a iniciar desde el 9 de noviembre del 2012, la revisión y auditoría a las arcas del patronato se vieron frustradas.

Pues el ex candidato a gobernador se negó a dicha medida, con el argumento de que había “carga de trabajo” que le impedía atender al personal del OFS.

De acuerdo con un oficio signado por el titular del OFS, Luciano Crispín Corona Gutiérrez y dirigido al presidente del Patronato de Feria Tlaxcala 2012, Joaquín Cisneros.

Se comunica la realización de la auditoría, misma que tiene como finalidad “fiscalizar la gestión financiera, de conformidad con lo establecido en las disposiciones jurídicas aplicables, así como al cumplimiento de metas y objetivos”.

La respuesta de Cisneros Fernández fue que se difiera la fecha de inicio de la auditoría para “atender debidamente al personal del Órgano de Fiscalización comisionado para tal fin”.

El priista argumentó que no podía acceder a la petición de la fecha, pues tenía una serie de actividades y eventos programados.

Particularmente “presentaciones en el Teatro del Pueblo, eventos artísticos, culturales, taurinos y musicales, entre otros”.

Asimismo, en su oficio de respuesta informó que ya había girado instrucciones para atender los requerimientos de la auditoría.

Tales como “libros, registros, sistemas, base de datos, documentación comprobatoria y demás información vinculada al objeto de la auditoría”.

El titular del OFS no descartó, que a pesar de esta falta de disposición inicial, la auditoría y la revisión a los citados estados financieros sean realizadas en estos días, de acuerdo con diversas disposiciones legales.

Sin embargo a estas alturas del partido no se sabe nada de dicha auditoría, hay que recordar que la gente del patronato de la feria debe las cuentas de más de cien millones de pesos.

Que supuestamente se aplicaron en la realización de obras.

¿Se licitaron?

No se sabe si han pagado impuestos por las ganancias multimillonarias de los dos últimos eventos de la feria, si se toma en cuenta la renta de espacios, el cobro de permisos y el dinero de las entradas.

Por ejemplo los dineros que ingresaron los antreros y los vendedores ambulantes, porque a todos les cobraron, pero no hay esa cajita de cristal que nos prometieron y que tal parece que es de plomo.

Llama la atención la operación del restaurante más caro de la feria, que ha sido operado por “el  patronato”, sin rendir estados de cuenta de lo que ganaron, si hay ganancias o pérdidas.

Otros aspectos son los eventos especiales, los bailes, las corridas de toros, peleas de gallos, las costosísimas paellas eventos destinados, según el patronato a beneficio del DIF.

Pero nunca nos enteramos de cifras, de cuánto ingresó al DIF, tal vez quieren que todo quede en familia, pero ya no es como antes, hay que rendir cuentas o buscar culpables.

Reiteramos, los eventos importantes, los que dejaron más dinero, donde no hay acceso para la prensa, supuestamente son para beneficio de las familias, pero para las de ellos.

De esas familias que desde siempre se han llevado el dinero, todo se maneja en secreto, pero ahora con la acción de nuestro presidente Enrique Peña Nieto, ya vemos la luz al final del túnel.

Ya es tiempo de que los canguros oficiales vacíen sus enormes bolsas de tesoros, de que rindan cuentas, de que se acabe la impunidad, de que en verdad impulsen a Tlaxcala… SE ACABÓ LA SIMULACIÓN R A T A S.