• Reyes Ruiz Peña
La verdad no peca pero…

En esta ocasión voy a tocar un asunto que en los últimos años ha provocado polémica nacional e internacional. En él está involucrado directamente nuestra Tlaxcala, por cuanto se la considera un estado muy taurino. Ello se debe, entre otros motivos, a que en su suelo tienen asiento el mayor número de ganaderías de reses bravas del país. Concretamente me refiero a ese espectáculo conocido como “la fiesta brava” y, aunque sé que abordar este tema debiera estar reservado sólo para los que lo conocen a fondo, considero que tengo derecho como ciudadano a expresar mi opinión, sobre todo después de ver la importancia que los medios locales dieron a la corrida que tuvo lugar en la capital este pasado domingo, y en la que participaron los toreros que hoy están valorados como sus más grandes exponentes en México y en España.

Tal como ya se habrán ustedes enterado por lo que han escrito quienes si saben y conocen de tauromaquia, el cartel que se presentó en esta corrida garantizaba el lleno del coso. Incluso hubo algunos que han dicho que pasará a la historia como uno de los mejores eventos de este género que se han dado en los últimos años en dicha plaza.

Como todo mundo sabe, el gobernador Mariano González Zarur es ganadero y hoy, haciendo uso de sus facultades como titular del Ejecutivo, pretende que,  a través de la “fiesta brava”, nuestra entidad se dé a conocer turísticamente.

El problema, estimados amigos, es que esa actividad suma cada día más  enemigos, los que manifiestan pública y radicalmente su oposición a que subsista un espectáculo basado en el sufrimiento y muerte de un ser vivo. Son personas sensibles a las que les parece intolerable que, en pleno siglo XXI, haya gente que encuentra gozoso y divertido presenciar el sacrificio de un toro. Y todo ello con el agravante de que ese público -el que asiste a las corridas- es en su mayoría elitista y de la llamada clase “alta“ o, en otras palabras, de la “media” para arriba. Y allá en la plaza esta gente crea un ambiente en el que aparentan ser más que los demás.

 Es necesario reconocer que acudir a una corrida como la del domingo no está al alcance de cualquier ciudadano, pues desde el costo de las entradas hasta todos los demás gastos inherentes a esa diversión, sólo es accesible para la gente de “lana”. Por ello, me parece inadecuado, inoportuno y muy criticable que a la tal “fiesta brava” se la promueva como un atractivo turístico del estado.

Hacerlo así significa no atender a las muchas voces -sobre todo de jóvenes y niños- que ven con desagrado ese tipo de espectáculos cuyo origen es España y donde, por cierto, ya han sido prohibidas en lugares tan importantes como Barcelona y San Sebastián. Así es que desde ahora me atrevo a pronosticar un fracaso más de los muchos que lleva ya acumulados una administración estatal insensible que se  gobierna por caprichos y ocurrencias, ignorando su esencial responsabilidad de buscar el beneficio de la población en general.

En lo personal me parece que no está muy lejano el día en que las corridas de toros pasen a la historia y sólo se las recuerde como un espectáculo bárbaro con el que los seres humanos disfrutaban con el dolor de un noble animal como lo es el toro.   

A todo esto habrá que sumarle la actitud protagónica de algunos “políticos”, que utilizan a la “fiesta brava” como una oportunidad para exhibirse y hacerse notar. Ese fue el caso de un grupo de panistas que asistieron a la multicitada corrida para promocionar la figura de una diputada que, dicho sea de paso, ha sido señalada como una de las que más actividad tuvo en ese asunto de los “moches”, el peor escándalo en materia de corrupción de los últimos tiempos.

                                                     Frase para la reflexión

“LA CRUELDAD Y LA TORTURA NO SON ARTE NI CULTURA”

 

Nota:

En días pasados fui entrevistado en la estación de radio FM CENTRO de Apizaco en el programa noticioso que conduce Fabián Robles. A través de ese medio de comunicación volví a externar -como lo he hecho en repetidas ocasiones- mi profunda preocupación por la situación por la que pasa Apizaco, depredado irresponsablemente por las dos administraciones municipales anteriores.   

En ese espacio informativo -el más escuchado sin duda en la región- reiteré mi compromiso para convocar, no solo al comercio establecido (que como todos sabemos es el principal generador de la dinámica económica de Apizaco), sino a toda la sociedad civil, haciendo especial énfasis en la invitación a todos los que sienten cariño por nuestra ciudad. Como dice la periodista Cristina Pacheco, “aquí nos tocó vivir”, y es necesario que, para que mejore, hagamos a un lado la apatía y el conformismo a fin de integrarnos a una sociedad activa que, más allá de partidarismos políticos, está obligada a coadyuvar con la actual autoridad municipal. El objetivo es que, entre todos, seamos capaces de alcanzar el progreso y el desarrollo que deseamos para Apizaco.

Espero contar con la asistencia de AMAS DE CASA, OBREROS, ESTUDIANTES, PROFESIONISTAS, y la de todos aquellos que se sientan en aptitud de aportar su esfuerzo para alcanzar objetivos que, entiendo, a todos nos debieran unir. Los espero el próximo jueves 27 de febrero, a las 17 horas (5 de la tarde) en el “Centro de Convenciones” de Apizaco, ubicado en la avenida Xicoténcatl entre Francisco I. Madero y Aquiles Serdán. Deseo tener la oportunidad de saludarlos personalmente a todos ustedes, amigos lectores, y de escuchar sus opiniones y puntos de vista en esta ASAMBLEA CIUDADANA. La idea es que sean ustedes socios fundadores en la constitución formal de este organismo ciudadano, absolutamente apartidista, que sólo pretende poner su granito de arena para mejorar la ciudad en la que vivimos. Estoy convencido que la participación de ustedes es fundamental para que comencemos pasar de las palabras a los hechos.              

Como siempre, mi total agradecimiento y absoluto respeto a quienes me brindan un momento de su tiempo. Gracias y hasta la próxim