• Reyes Ruiz Peña
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El día de ayer, primero de julio, entraron en vigor las nuevas disposiciones del programa “hoy no circula” en la zona metropolitana de la capital del país que, por cierto, dentro de poco cumplirá veinticinco años de haberse implementado.

 Es necesario reconocer que, en el Distrito Federal, la calidad del aire que se respira causa daños a la  salud; sin embargo, la decisión de retirar de la circulación a un número creciente de vehículos, poco o casi nada, ha contribuido a disminuir la cantidad de monóxido de carbono que hay en la atmósfera de la capital de la República. Téngase en cuenta que las unidades que mas contaminan son las del transporte público, así como las que prestan servicio a las diferentes áreas del Gobierno, como por ejemplo, los 2,552 camiones recolectores de basura, de los cuales el 61% tiene mas de 10 años de antigüedad y, aunque usted no lo crea, están exentos del “hoy no circula”. A esto habrá que agregar los miles de camiones y tráileres que a diario no tienen más alternativa que transitar por la zona metropolitana -no existe ninguna vía alterna que lo evite-, sin que hasta la fecha se haya definido el horario lógico que deberían utilizar -obviamente de preferencia en la madrugada-, lo cual ayudaría a desahogar el pesado e intenso trafico vehicular que tanto afecta a los habitantes de la capital.

   La decisión de involucrar a Puebla, Hidalgo, Morelos, Tlaxcala, estado de México y el mismo Distrito Federal -los integrantes de la “MEGALÒPOLIS”- obliga a los habitantes de estas entidades a aplicar un mismo sistema de verificación vehicular. Resulta difícil de entender la medida, a pesar de las explicaciones dadas por TANYA MÜLLER, Secretaria del Medio Ambiente del D.F. En realidad, lo único que se ha logrado es enredar y confundir a la gente que no entiende sobre números de hologramas, horarios, días, fechas, etc. Tal pareciera que el único objetivo es lograr más ingresos para el gobierno, afectando aun más la de por si grave situación económica que enfrentamos.

Todavía tenemos en la memoria cuando, en el ultimo tramo del gobierno de HECTOR ORTIZ, el entonces director de ecología FABIÁN PÉREZ FLORES tuvo la brillante idea de aplicar el operativo que denominó “patrullas ecológicas”, lo que propició que los patrulleros se dieron a la tarea de cazar, perseguir y extorsionar a quienes no habían verificado a tiempo sus vehículos. La molestía que generó entre la ciudadanía obligó al gobierno a dar marcha atrás con semejante estupidez.

Hoy, estimado lector, tendremos que sujetarnos a estas nuevas disposiciones a pesar de que en Tlaxcala -a Dios gracias- respiramos un aire limpio y puro que muchos envidiarían. Consíderese, además, que no más del 90 por ciento de los vehículos con placas del estado de Tlaxcala nunca acuden al Distrito Federal; por lo tanto, insisto, es incongruente y abusiva esa determinación. Y por cierto, amigo lector, ¿usted cree que alguno de los gobernadores de los estados mencionados tuvo siquiera la intención de protestar en defensa de sus gobernados? La respuesta la dejo a su criterio.       

                                                              Frase para la reflexión

“LO QUE EL SER HUMANO LE HACE A LA MADRE NATURALEZA, SE LO HACE A SI MISMO”

 

Nota:

Créame, estimado lector, que hubiera preferido no escribir lo que a continuación menciono, pero no me pude resistir a expresar lo que sigue.  Las imágenes de estos niños reflejan, a través de su llanto, la tristeza y decepción que sufrieron el pasado domingo con la derrota de la selección mexicana en tierras brasileñas. Todo eso es muestra de algo que se veía venir y a lo que estamos acostumbrados y que, por enésima ocasión, millones de mexicanos se negaban a aceptar. Quienes a través de los años hemos sido testigos del pobre desempeño de los jugadores que nos han representado en los últimos campeonatos mundiales, no nos causó extrañeza la eliminación del equipo en la etapa de octavos de final.

Simple y sencillamente, se repitió otra vez la historia; lo malo, como siempre, es que el optimismo sin fundamento de la prensa creó una falsa ilusión en los niños, que son los que mas sufrieron por el nuevo fracaso del equipo nacional, ahora entrenado por el tal “Piojo” Herrera. El director técnico y sus muchachos, volvieron a demostrar que son unos perdedores  y mediocres. Ni hablar.

     

Como siempre, mi total agradecimiento y respeto a quienes me brindan un momento de su tiempo. Gracias y hasta la próxima.