El tema de la seguridad pública en los últimos diez años ha sido uno de los ejes principales en los que se han basado las políticas de gobierno, mismas que han exigido la profesionalización de las policías municipales que ante los cambios de administración municipal cada tres años ven perdida la constante capacitación a la que son sometidos, debido a los relevos motivados principalmente para cubrir compromisos asumidos durante las campañas.
No podemos permitir que la designación de policías municipales siga siendo producto de los compromisos y la corrupción, en lugar de un verdadero servicio civil de carrera. Tampoco que se tomen a la ligera los criterios de selección o entrenamiento, con la finalidad de aumentar el número de agentes dentro de un cuerpo policial. Asimismo, debemos asegurar que las plazas policiales sean bien renumeradas, con mejores prestaciones para atraer a los mejores candidatos e incentivar su permanencia e incorruptibilidad.
La confianza de los ciudadanos en las policías igualmente se logrará si existen lineamientos claros en la evaluación de confianza; otro aspecto es la formación continua, ya que se requiere una preparación constante para estar al día y poder responder con eficacia a los nuevos retos que exige el combate a la delincuencia; así como la existencia eficaz del servicio profesional de carrera policial que no responda a cuotas o intereses políticos.
Necesitamos impulsar las medidas legislativas correspondientes que permitan dignificar a nuestros policías y restaurar la confianza ciudadana sobre sus labores y acciones. Este compromiso lo ha asumido el Partido Acción Nacional.
Solo así, podremos asegurar a los ciudadanos que los elementos de seguridad pública cuentan con los valores, las aptitudes, los conocimientos y el debido equipamiento para servir a la población con honestidad, compromiso, de manera íntegra y eficaz, misma que existirá con la debida existencia de disposiciones actualizadas a la Carrera Policial.