• Enrique Gasga Ventura
Ante lo difícil del presente proceso electoral, y la incertidumbre existente en Tlaxcala respecto de la conformación y alcance de las posibles alianzas rumbo a las elecciones de 2018;

un asunto que ha venido discutiéndose en este escenario es hacia dónde se inclinará la balanza del Partido Alianza Ciudadana (PAC), ya que el voto duro de este partido sin ninguna duda podría definir el triunfo de cualquiera de las alianzas, y la muestra es que ninguno de los partidos ha desechado la posibilidad de tenerlo como aliado, ya que las cartas del PAC no se reducen a un voto duro de sesenta mil sufragios.

Es así que quienes piensan que el capital del PAC se reduce a dicha cantidad de votos muestran falta de conocimiento y análisis del contexto político de este partido, observemos.

Una de las cartas más fuertes y evidentes de este instituto político es su presidente del consejo mayor el ex gobernador y actual diputado local Héctor Ortiz quien ha mostrado que no es un político más; sino un estratega conocedor de la política local y nacional con relaciones directas con la mayoría de los actuales líderes de los partidos nacionales más representativos, así como un trabajo de obra pública, infraestructura y en el sector social en el estado que sus detractores no han podido ocultar.

En 2004 logró conformar una alianza con algunos partidos que entonces no tenían una gran presencia en la entidad pero con su modesta aportación; y su propio capital político Ortiz Ortiz pudo ganar con alrededor de ciento cincuenta mil votos a su favor la gubernatura a Mariano González Zarur.

Seguramente muchas simpatías de entonces se fueron; pero también muchas se quedaron –y la sustancia está ahí-, y con el arribo de su hermano Serafín Ortiz como presidente el PAC inició este partido con su renovación; pero aún no ha mostrado su capacidad real quizá no ha visto la oportunidad, o esté esperando el momento adecuado.    

La política de Héctor Ortiz como gobernador privilegió lo social con su slogan: “gobierno con sentido humano”; hoy la de Serafín Ortiz tiene la misma estrategia hacia lo social, pero ahora con el nombre: “buena política”, lo que les ha permitido llegar con rapidez a la ciudadanía.

En las últimas dos elecciones; ganó un número importante de votos; pese a postular candidatos sin muchas tablas, y lo cual más bien pareció un ensayo para ir ubicando lealtades y capacidades.

De esta manera fue que en la pasada elección por la gubernatura Serafín Ortiz optó de última hora por no candidatearse; aunque muchos ya lo veían como un candidato peligroso.

Ante esto es evidente que el voto duro del PAC aún no ha sido mostrado; ya que no ha desplegado todos sus recursos, y aún no sabemos si en las elecciones de 2018 lo hará, o más bien prepara algo mayor.

Un dicho versa que no se conoce a alguien hasta que se pelea con él; y seguramente es por ello que el ex gobernador Mariano González quiso acabar con la carrera política de Héctor Ortiz quien le ganó la elección en 2004; evidentemente no pudo aunque por unos siete años impulsó una campaña negra para dañar su imagen lo cual consiguió hasta cierto punto; pero no fue suficiente para sacarlo de la política estatal.

Alianza Ciudadana desde su creación ha avanzado con presencia en puestos de gobierno de forma muy modesta, pero ha cuidado a su militancia, simpatizantes y relaciones estratégicas con otras fuerzas políticas, cosa que no han logrado hacer por ejemplo PAN y PRD quienes han sufrido, principalmente en este sexenio, fracturas y ataques que los ha metido en una fuerte crisis.

El propio PRI si bien no ha sufrido fracturas su voto duro sí está en riesgo; esto como consecuencia de la voracidad con la que han mal manejado los recursos públicos sus gobernantes; así como la corrupción e impunidad cínica que han mostrado convirtiéndose en un partido extremadamente insensible hacia su pueblo.

En este escenario tanto MORENA como el PAC son partidos unificados y sin fracturas, que según lo que resulte en las elecciones del próximo año podrían ocupar los lugares de PAN y PRD en la entidad, y cambiar significativamente el mapa político de Tlaxcala.

Ante esto, hoy como desde su inicio el Partido Alianza Ciudadana ha tenido muchos detractores principalmente cercanos al marianismo que han buscado mediáticamente ponerle el pie, esto al estilo de la peor política que en nada ayuda a Tlaxcala, pues en nada nos beneficia que se descalifique a candidatos o partidos cuando lo que se necesitan son propuestas objetivas que ataquen la fuerte problemática que vivimos.

Lo real es que en las elecciones federales está latente la presencia del PAC con Serafín Ortiz como posible candidato al senado de la República por alguna alianza en que este partido por ser local tendría que ir de facto.

Sería interesante conocer si con una alianza de este instituto político con el Frente conformado por el PAN-PRD-MC, o con MORENA-PT; el desleal PRI tendría el apoyo suficiente de la ciudadanía a quien ha dejado a su suerte ante la delincuencia y la carestía de la vida para pelearle el triunfo en las urnas.

Y también sería interesante saber si ahora sí, el PAC dejará ver toda su fuerza de convocatoria y movilización en las próximas elecciones; ya que aún tiene este as de recursos bajo la manga.