• Juan Lemus Suárez
Esposa de ex gobernador será la candidata en Puebla, el hijo del gobernador será candidato en Veracruz, y el hijastro de gobernador será candidato en Morelos. Cuando menos de esta manera, sin duda, para el frente ciudadano por México, la familia es primero.

 

No necesitamos una amplia deducción, para determinar que “la supuesta democracia” en nuestro país no cambia. Ciertamente sigue dejando mucho que desear y sigue evidenciando nuestro poco interés por el cambio. Y porque la toma de decisiones se haga de manera inclusiva.

Pues es una verdadera decepción  que los partidos políticos aún se muestren cínicos de atentar en contra de la esencia que tiene la democracia, como lo es  una “igualdad política y una participación efectiva”, entre otras. 

Ya que con rumbo a las elecciones ya no se ven muchas caras nuevas, seguimos viendo migración política, esos “chapulines” que después de vencer sus puestos públicos siguen en busca de seguir mal gastando las aportaciones de los ciudadanos.

Claro cabe resaltar que también hay quienes han hecho un muy buen trabajo gobernando, sin embargo la mayoría no ha dejado una buena percepción, y siempre dejan mucho que desear, de cómo se debió de hacer uso de los recursos públicos.

En fin, lo cierto es que esto debe de parar, es un hecho que las candidaturas son un verdadero regalo de la clase política privilegiada, hay tantos saltos con rumbo a las elecciones que en verdad;  más allá de sorprender dan miedo.

Pues ya dejó de existir la antigua igualdad política, ahora la migración política cada día es mayor, y los que ya ocuparon un cargo público quieren repetirlo y si no lo pueden repetir buscan el acomodo familiar, evidenciando que se lo quieren llevar todo y buscan acrecentar su riqueza. Dejando a las familias y quienes más les hace falta un apoyo, sin menos recursos que les toque.

En México y un poco en nuestro Estado, para la sociedad esto va generando un miedo, que hace que las personas también deje de creer en las promesas que dejan los políticos. En fin ojala esto deje de suceder cuando menos en nuestro Estado, claro tampoco somos el ejemplo de que no existe migración política, eso es muy cierto.

Sin embargo el salto de un partido a otro no genera una democratización, sino que exhibe el poco avance de las supuestas transformaciones políticas, jurídicas y sociales, que según iban orientadas a la mejora de la democracia de la sociedad.

Esperemos que en este poco tiempo, en el cual se van vislumbrando avances con rumbo a la toma de decisiones de la sociedad, con respecto de nuestros gobernantes, las instituciones y los ciudadanos hagan una implantación correcta de la democracia.

Donde podamos sumar, incluir, integrar y realizar esfuerzos colectivos, para el correcto uso de la democracia y las mismas caras no se sigan viendo, pues al final del día si rompemos este esquema puede que ciertas brechas sociales, políticas y económicas dejen de existir.