• Pedro Sierra
Uno de los grandes problemas que enfrentan quienes están al frente de dependencias gubernamentales estatales, federales y municipales, es la corrupción y el tráfico de influencias que gente cercana a los funcionarios realiza, ya sea con autorización o en forma discrecional,

 

 y este problema genera que la sociedad pierda confianza en las autoridades y en las instituciones, para nadie es desconocido que llegar a una  dependencia, ya sea del orden estatal o federal o municipal, lo primero que enfrenta la ciudadanía es el burocratismo de secretarias o de mandos medios, ya que se sienten con más poder que el de sus jefes, aunque también hay funcionarios que adoptan actitudes prepotentes y autoritarias, como sucedió en el sexenio de Mariano González, donde los funcionarios se sentían iluminados y trataban con la punta del pie al ciudadano, lo que hoy  afortunadamente ha cambiado en un ochenta por ciento, ya que todavía en algunas dependencias estatales algunos funcionarios y  su personal no han entendido la política de conciliación  y respeto que el gobernador Marco Antonio Mena ha implementado en su gobierno.

Si bien, el gobierno ha implementado una nueva relación de gobernanza con la sociedad, también hay personajes que han abusado  de la confianza de sus jefes, ya que sean aprovechado para abusar de los trámites que se realizan en las diferentes dependencias, y así nos enteramos como en el ITEA, una familia casi se ha adueño de puestos de confianza y seguramente de basificaciones que en la mayoría de ocasiones tienen un precio, aunque no sólo se haya dado esta circunstancia en esta dependencia, sería importante investigar a la USET-SEPE, SECTE, PGJ, SECODUVI, CONTRALORIA y varias dependencias donde los vínculos familiares o afectivos eran o son muy cercanos a los funcionarios.

El problema de la corrupción y el tráfico de influencias, si bien no es nuevo, y quizás no debe asustar a los mexicanos, si  debe ser analizado y tratado con mucha objetividad, ya que la misma ciudadanía en muchas ocasiones es la culpable, no sólo de solaparla sino de fomentarla y un ejemplo claro es  cuando la  personas deben realizar un trámite y por no perder tiempo o por flojera, prefieren buscar intermediarios, gestores o coyotes, que cobran lo doble o triple de lo que cuesta un trámite, esto fomenta la corrupción, de ahí que en  algunas dependencias se da que los gestores son gente que por la  cercanía con los funcionarios se les facilita  la gestión y algunos esta son   muy famosos  en transporte “el caquitas”  Javier Flores y familia, Alfonso Tejeda la aduana y compañía, en Ecología “La tinaja” y “el guapo”, en la PGJ “el flaco o la parca”, en la Secretaria de Gobierno “el metro Espejel” y muchos personajes que en lugar de apoyar y fortalecer  las políticas del gobierno, hacen todo lo contrario. donde se debe tener más cuidado y vigilancia permanente, es en la Procuraduría General de Justicia y en el Poder Judicial, donde según comentarios la corrupción tiene sus más altos estándares, ya que en estas dos dependencias según comentarios todo tiene un costo, ya sea para impartir justicia o para que no se aplique la justicia, hay señalamientos que en muchas ocasiones por temor o por miedo a represalias  la ciudadanía no los realiza, y ahí son mencionados agentes de la judicial, mandos medios de la PGJ, jueces, ministerios públicos y todo un engranaje que trabaja coordinadamente e impunemente.