• Enrique Gasga Ventura
El distrito electoral federal 02 con cabecera en la capital de Tlaxcala es el más representativo del estado y tradicionalmente el más competido;

 y esta contienda electoral inició sin ser la excepción; sin embargo, ya en la última etapa rumbo al primero de julio es difícil que las cosas cambien, y la candidata de la coalición “Por Tlaxcala Al Frente”; ha mostrado una campaña limpia y propositiva; así como la estructura más grande y simpatía entre el electorado; mientras que la candidata del PRI Blanca Águila sigue sin encontrar eco en su partido; y Rubén Terán Águila de MORENA ha mostrado debilidad generalizada, y sólo esperaría (como todos los candidatos de MORENA), un voto no razonado que le diera el triunfo.

La oferta de cada candidato a esta diputación federal es muestra palpable de tal situación; donde Alejandra Ramírez con su formación académica y de investigadora; presentó propuestas legislativas ambiciosas acorde a la problemática de Tlaxcala y del país como son: el combate a la inseguridad, al desempleo y a los bajos salarios en que buscará según ha expuesto la homologación salarial de los trabajadores tlaxcaltecas; así como una política social adecuada.

Ha propuesto también la revisión de la Constitución Política federal y de las reformas estructurales para qué estas no sean adversas a los tlaxcaltecas y a los mexicanos; el impulso para reformar el sistema de pensiones y el mejoramiento de servicios a grupos vulnerables, entre otras iniciativas.

Según se ha podido mirar más allá del mito que sólo universitarios la apoyan, cuenta con la estructura más fuerte de los tres candidatos por esta diputación; muestra de ello es que en los últimos años el Partido Alianza Ciudadana (PAC), que la cobija se dedicó a formar comités en los sesenta municipios de la entidad y a fortalecer su estructura, y que ahora con el apoyo del capital del PRD, PAN y MC sus posibilidades de ganar se amplían.

Y por último, es de reconocer la campaña limpia que ha llevado durante todo el proceso electoral; aun cuando ha sido atacada mediáticamente en reiteradas ocasiones se ha mantenido al margen de pleitos estériles, dedicándose a hacer su campaña con un equipo nutrido que la acompaña; además de ser un personaje que los medios de comunicación buscan para entrevistar; y quizá lo que le ha faltado es una mayor presencia en los medios de comunicación para posicionar sus propuestas.

En el caso de Rubén Terán de la coalición “Juntos haremos historia”; que en un principio como la mayoría de candidatos de MORENA creó ciertas expectativas por el sólo hecho de pertenecer al mismo partido de Obrador, con el paso de las semanas y en la última recta para la elección se ha vuelto una figura más bien gris en que incluso de pronto pareciera que en este distrito no hay candidato morenista; sino alguien que espera que su triunfo le caiga del cielo.

En cuanto a sus propuestas sólo encontramos en su mayoría frases vacías que en muchos casos más bien son justificaciones a su falta de estructura como apareció en su facebock que entre otras cosas dice: “MORENA mostrará la estructura con la que cuenta el primero de julio”, es decir no cuenta con una estructura definida.

De cualquier manera no se descarta que Rubén Terán como otros candidatos morenistas pudieran beneficiarse si los ciudadanos que voten por Obrador repliquen este voto por los demás candidatos morenistas sin ejercer un voto razonado y sin conocer al menos en lo general las propuestas de los candidatos; de ahí que hasta el momento sólo de ser así podría ganar Terán.

Respecto a la candidata de la coalición encabezada por el PRI  “Todos por México”, Blanca Águila Lima y dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, Sección XXVII, quizá el hecho de que no ha alcanzado un posicionamiento mayor al de los otros dos candidatos sea entre otras cosas por acaparar en los últimos años varios puestos de poder político e institucional, y a la vista del electorado lo que se pide es un cambio de representantes populares, y no elegir a los mismos que han ostentado un poder monopólico.

En este sentido, el hecho de defender que los dirigentes sindicales deben involucrarse en el ambiente político, sobre todo para llegar al Congreso de la Unión, da una idea más que de alguien que busca un cambio en la política actual a favor de la comunidad, el fortalecimiento de los líderes sindicales desde la política, y donde quienes más se benefician no son los trabajadores, sino los líderes que terminan con cuantiosas fortunas.

El rechazo evidente al PRI a nivel nacional podría impactar negativamente a la gran mayoría de los candidatos de este partido, y lo cual obviamente no ayuda a Blanca Águila y sus aspiraciones.

Lo que si la puede ayudar en todo caso es que Tlaxcala es gobernada por un gobierno priista con los recursos económicos e institucionales que estarían puestos al servicio de sus candidatos; sin embargo, en este partido en el estado no se ha dejado ver unidad en beneficio de Águila Lima, y si el gobierno de Marco Mena y el tricolor la dejan a su suerte difícilmente podría aspirar al menos a competir por la diputación independientemente del resultado.

Aunque el PRI cuenta con una estructura bien definida, ésta no se ha visto en la campaña de Blanca Águila además que su presencia en medios de comunicación es muy modesta, y a estas alturas el factor tiempo a unas semanas de llevarse a cabo las elecciones, es el peor enemigo para lograr un posicionamiento positivo para la priista.

Entre sus propuestas de campaña están: endurecer las penas contra los corruptos, legislar para que regresen lo que roben, exhortar continuamente al Ejecutivo y Judicial para el debido cumplimiento de la ley; sin embargo, cabe mencionar que en  el tema anticorrupción el PRI ha sido señalado de frenar tanto la Ley Anticorrupción como los nombramientos de los magistrados oponiéndose a una autonomía real del fiscal y los magistrados anticorrupción.

Blanca Águila también propone por un lado revisar las reformas estructurales, pero por el otro impulsar el desarrollo de la tan criticada reforma educativa, así como continuar con la revisión de la reforma energética.

Sólo faltan poco más de tres semanas de campaña; aunque de acuerdo a los analistas los electores a estas alturas ya decidieron su voto; pero estamos viviendo unas elecciones presidenciales muy complejas que pudieran jugar un papel importante en la federal y las locales.

Sin embargo, a ningún candidato conviene quedarse como espectador de lo que pase en las elecciones presidenciales y ver si determinado resultado le favorece aunque muchos pejistas lo están haciendo.

Por el bien de Tlaxcala y el país convendría a los electores poner en una balanza de razonamiento hacia donde van a dirigir su voto sin guiarse por el enojo que seguramente es mucho; pero no por estar enojados con los excesos de muchos gobernantes y ex funcionarios se tome una mala decisión, se desaproveche a candidatas o candidatos con buenas propuestas, y después se tengan que afrontar las consecuencias adversas de decisiones al vapor.

Dicen que ya no se puede estar peor en Tlaxcala y en México; yo creo que sí se puede estar mucho peor si no se elige con responsabilidad. Finalmente el elector decide.