• Fernando Abel Gonzáles
Como en todos los ámbitos, en la política también hay modas y nuestro país no se queda atrás.

Los políticos y los ciudadanos se están informando para opinar, dialogar, debatir, defender y argumentar temas relevantes de talla internacional, como son el combate a la corrupción, aborto, matrimonio igualitario, adopción homoparental o legalización de la marihuana para uso recreativo, por no mencionar más, y en México es común escuchar expresiones como; “No tenemos la cultura suficiente para…” “México carece de cultura” “Los niños son crueles, es nuestra cultura” “La cultura nos limita” “Es parte de la cultura” incluso, el expresidente de los Estados Unidos Mexicanos, Enrique Peña Nieto, en diferentes ocasiones explicó el factor corrupción como una cuestión cultural, para ser precisos, durante el World Economic Forum on Latin America, dijo “Lo que yo he dicho y por lo que a veces he sido criticado, yo he dicho que el tema de la corrupción es una asunto de orden, a veces, cultural, que es un flagelo de nuestras sociedades, especialmente Latinoamericanas” bajo este argumento, no hay más por hablar y mucho menos por hacer, es nuestra cultura y aprendamos a vivir con esto. 

Hay que ser cautelosos al culpar un hecho, utilizando la causa cultural. Fácilmente decimos que el problema es cultural y así poder dormir tranquilos, es la variable de la pereza intelectual, decía un catedrático estadounidense, Samuel P. Huntington. 

Y no es mentira que nuestro país está plagado de problemas sociales, políticos y económicos, como es la intolerancia, la desigualdad, la corrupción, inseguridad, etc., pero ¿por qué en la mayoría de los casos, los mexicanos fuera del país tenemos un comportamiento correcto, ético, honesto e íntegro, pero, dentro del país actuamos de manera ofensiva, ilícita, deshonesta y corrupta?

Es un claro ejemplo de que los problemas en México no son de cuestión meramente cultural, sino también del mal funcionamiento de las instituciones y de la educación en el país, porque no es lo mismo educación que cultura, existen personas incultas, pero con una copiosa educación y viceversa, algunos muy cultos, pero una educación exigua, por los suelos. 

Cierto es, que las instituciones, tanto privadas como gubernamentales están fuertemente quebrantadas, al igual que la educación. También es cierto que hay rezagos en muchos ámbitos dentro de nuestro país y efectivamente está en manos de los mexicanos actuar de manera correcta, no corromperse, tolerar y respetar, pero  para esto se necesitan herramientas para solucionar cada problema del país. 

Es mentira cuando se dice que por “cuestiones culturales” México no está listo para los matrimonios igualitarios, o para la legalización de la marihuana, tampoco cuando dicen que los niños con padres del mismo sexo serán torturados física y verbalmente en las escuelas y mucho menos cuando dicen que la corrupción es de carácter cultural, etc.  

Es un enigma saber para lo que nuestro país está o no listo, no lo sabemos, pero lo que es totalmente inaceptable es justificar cada problema del país con el apócrifo argumento de la cultura, dejemos a un lado ese fetiche y seamos seres racionales.

México es más que eso, y como mexicano me rehúso a culpar nuestra cultura por cada problema que está respirando el país, porque como lo dice el título, culpar a la cultura es gandulería social, política e intelectual.