• Pedro Morales
Aquí Xicohténcatl…

 

Como una premonición del futuro, integrantes de la LXIII Legislatura de Tlaxcala, en su mayoría emanados de Morena y sus secuaces , les dolió que a sus antecesores les hayan aventado un hueso de res, por eso de la reelección.

Para ganar simpatías, al llegar hace cinco meses, todos humildes, se escandalizaron porque los exdiputados dejaron muros para contener a las multitudes que acuden para que las y los diputados le devuelvan al ´pueblo los recursos que sirven para “gestión social”.

Pero algo pasó después de esa manifestación con burro y todo y las que en cascada se han desatado, como resultado de la falta de experiencia de los “congresistas” como les gusta que les llamen a las y los diputados locales.

Propios y extraños que anteriormente gozaban de libre acceso a la otrora “casa del pueblo”, comentaron que eso de “congresistas” es para que se sientan algo así como “congresistas gringos”, pero fue un invento de los chicos maiciados de la prensa que cobran con los morenistas.

Lo cierto es que cumplieron su amenaza y ya colocaron rejas en todos los accesos posibles, ya que dicen temer por su integridad, se sienten inseguros en esa empresa a la que llaman Congreso de Tlaxcala y que solo ha servido para enriquecerse.

Sin duda su actuación de legisladores -sin experiencia- los lleva a invadir esferas de competencia, como ya se ha advertido y se han convertido en el Gobierno Supremo que todo lo controla, todo lo ve y prepara el terreno para la dictadura que viene.

Los efectos van a ser devastadores para Tlaxcala,  si  es que nadie los para.

Como sea, estas rejas que no matan, pero que son muestra del tamaño del miedo de los legisladores que ganaron con el voto parejo, pero ganaron sin ganar a la sombra de “ya saben quién”.

En el peor de los casos como dicen los compas de las comunidades que desde hace tiempo no llegaban al Congreso y deben enfrentar las trabas y las rejas para ver a sus  otrora “representantes populares”.

Entre muchos comentarios de dolor y mentadas de madre, encabronamiento y frustración, en tono festivo consideran que los “congresistas” son en verdad “pájaros de cuenta”, que solamente se preparan para acostumbrarse a vivir tras barrotes.

Al respecto, el presidente del Comité de Administración del Congreso Local, Javier Rafael Ortega Blancas (a) “La Estaca Rielera”, declaró a los reporteros “congresistas” que la inversión destinada para el derribo de los “muros de la ignominia” fue de cien mil pesos, pues después de quitarlos colocarán rejas.

A pesar de que las rejas no contuvieron la manifestación de los burócratas del Sindicato de Trabajadores al Servicio de los Poderes, Municipios y Organismos Descentralizados de Tlaxcala, el matador de toros Rafael Ortega  dijo que los nuevos barrotes servirán para contener las nuevas manifestaciones, “aunque sea sicológicamente”.

Comentó que la determinación de colocar barrotes fue por decisión mayoritaria de los diputados, incluido el coordinador de la fracción parlamentaria del Partido de la Revolución Democrática, Miguel Ángel Covarrubias Cervantes, quien impulsó la iniciativa de apertura.

“La verdad es que hablar del derribó los muros es algo paradójico ya que también se pondrán las rejas, es algo que se acordó y yo como el presidente del Comité tengo que velar por la seguridad de los compañeros, aunque las determinaciones ahí no son basadas en lo que yo diga”, expuso.

Reveló que la determinación de controlar los accesos derivó de las agitadas manifestaciones por parte de los integrantes de los sindicatos “7 de Mayo”, del Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, Sección 27, organizaciones “campesinas”, transportistas, de los municipios y hasta artistas.

“Las manifestaciones que se dieron no fueron en la mejor forma, cuando se debió apremiar el diálogo entre ambas partes”, por lo que todos y todas las y los “congresistas” apoyaron la colocación de las rejas que ya son una realidad y que han convertido al Palacio Legislativo de Tlaxcala en una auténtica… “JAULA DE PÁJAROS DE CUENTA”.