• Sócrates A. Campos Lemus
¡Que Conste,…Son Reflexiones!

         SEGÚN ALGUNAS INVESTIGACIONES, EN EL MUNDO, FÍJENSE, hay 192 millones de consumidores de marihuana, UN ENORME MERCADO que sin duda no es despreciado por los grandes intereses norteamericanos que ahora, desde que legalizaron del consumo, piensan controlar en medicamentos y los usos normales en los que la fuman. Negocios son negocios y esto nos muestra que ahora ya no quieren ni soportarán competencia de los narcotraficantes, ya no los necesitan, ahora ellos tendrán el enorme negocio y claro, nosotros, seguimos chiflando en la loma. Dentro de estos datos sería bueno que el presidente en verdad descubriera a dónde fueron a parar más de 200 millones de dólares que estaban en la casa de Zhenli Ye Gon, casa alquilada a un heredero de un importante licenciado y general que fuera regente de la capital, pero eso solamente fue en una casa, pero la verdad es que al parecer tenía cuando menos otras cuatro casas donde mantenían cientos de millones de dólares ocultos, hasta que llegaron las gentes de Calderón y de inmediato se perdieron más de cincuenta millones de lo que se descubría primero, alegando que contaron mal los fajos de billetes, pero la realidad es que quedaron en los bolsillos de importantes figuras del sexenio. Los otros millones de dólares, jamás se conocieron ni se dieron a conocer, pero la realidad la sabe Zhenli, sobre todo, cuando recibía las amenazas del panista con: “coopelas o cuello…” y bueno, muchos prosperaron en Puebla y en el sexenio de don “jelipe”, a lo mejor, por ello, le agarro tanto cariño al chupe…

         Y uno tendría que investigar en dónde quedaron las fortunas de los hombres de Tamaulipas, los de Sinaloa, los de Jalisco, los del Distrito Federal, los de Chihuahua, Oaxaca, Puebla, Nuevo León, Sonora, Baja California, Quintana Roo, Veracruz, Guerrero, en fin, decenas de hombres y mujeres dedicados al narcotráfico que acumularon miles de millones de dólares, unos, los invirtieron con los políticos, policías, empresarios, especuladores financieros, banqueros, funcionarios, gobernadores y ellos, cuando fueron detenidos o asesinados, pues simplemente, como el trato era entre ellos y sin testigos, pues se quedaron con esos milloncejos, así, de pronto, vimos crecer a importantes empresarios y funcionarios, políticos y especuladores financieros como hombre de inmensas fortunas y no estaría de más que ahora que al parecer, cuando menos, el presidente quiere saber en dónde están los milloncejos que decomisaron a Zhenli Ye Gon, pues hay muchas dudas desde que se encontrara la casa y al contar el presidente Calderón  declara  una cifra enorme y, a las pocas horas, le quita a esa cifra inicial más de cincuenta millones de dólares que todos sospechamos que alguien se embolsó y él, alegó que se había contado mal el dinero, pero nunca dijo que se contó mal, a su favor. Después se supo que había otras casas y que este tipo estaba protegido por el mismo presidente Fox quien le diera la ciudadanía en un dos por tres o cuando menos, así señalaron, para no decir en un proceso inmediato previo pago de algunos milloncejos, además, siempre le dejaron hacer lo que quería de tal suerte que en la carretera que va de Toluca al Aeropuerto, en esa zona industrial carísima, el chinito tenía instalaciones para poner un enorme laboratorio y hasta hotel para sus gentes y, curiosamente, nadie le imponía vigilancia y suponemos, porque solo eso podemos hacer, que no lo hacían porque existía la protección presidencial y los arreglos necesarios para que operara con total libertad.

         Muchos suponen que sus suegros, hombres de empresa de origen chino, tuvieron muchos millones de dólares para invertir en la zona centro de la capital, en el mismo Barrio Chino de Dolores, en los restaurantes y empresas de importación y nada sucedía hasta que, por alguna razón, al llegar don “Jelipe” pues creyeron importante dar el golpe, quitarle los dineros y entregarlo a los norteamericanos donde tiene enorme protección y así, el entonces presidente mostraba su buena disposición para colaborar con los norteamericanos, claro, lo que no dijeron sus policías es que en este manejo se embolsaron muchos millones de dólares y, al final de cuentas, también pudieron negociar con los demás grupos para que continuaran operando en tan lucrativo negocio. Sí, que investigué AMLO dónde se encuentran esos miles de millones de dólares que ahora se necesitan para cubrir muchos de los proyectos y programas sociales para ayudar al infeliciaje, claro, siempre y cuando tenga la voluntad política de hacerlo y no quedarse en las declaraciones.

         Y es que en los negocios también hay cambios brutales, por ejemplo, Televisa deja el negocio de la radio después de 89 años y vende sus estaciones al misma equipo, al grupo de don Miguelito Alemán, en 1,248 millones de pesos por las 17 estaciones de radio: la W radio, los 40 y la K buena y las demás del grupo, bueno, uno pensaría que es otro negocio, el caso es que Alemán y su grupo siguen teniendo intereses en Televisa y así, pues lo que se supone es otro negocio, a nosotros nos parece acomodos de los intereses financieros del grupo, el mismo grupo, claro que entendemos que los negocios de la comunicación sufren cambios brutales en éstas fechas, las redes sociales, las estaciones de internet, los grupos que tienen la capacidad para distribuir música, noticias y elaborar programas de información con mayor credibilidad a las gentes son los que van avanzando en esta nueva etapa, el caso es tener empresas que permitan hacer operaciones, no de lavado, porque todos sus recursos están blancos, sino operaciones para deducir impuestos y terminar con el cuento de que se les pueda demandar como grupos monopólicos, así que esos cambios son buenos y los que saben saben, y los empresarios en México, a lo mejor no saben hacer crecer algo noble pero saben los caminitos para eludir pagos y tener grupos que les permitan operar grandes movimientos financieros, total, esto es el sistema neoliberal en operación, a pesar de que AMLO diga que ya se terminó, la neta es que siguen operando a niveles financieros y empresariales en el mismo camino del neoliberalismo. Lo dicho, cambiamos para seguir igual… o, para hacernos como el Tío Lolo.,