• Reyes Ruiz Peña
La verdad no peca pero…

 

En días pasados, el gobernador del estado MARCO ANTONIO MENA RODRÍGUEZ dio a conocer que MANUEL CAMACHO dejaba el cargo como titular de la Secretaría de Educación Pública del Estado (SEPE) y, en su lugar, designó a FLORENTINO DOMÍNGUEZ, quien había estado al frente del Sistema Estatal de Promoción del Empleo y Desarrollo Comunitario (SEPUEDE).

Con esta decisión, el gobernador aceptó -después de mucho tiempo- que CAMACHO HIGAREDA nunca estuvo a la altura de la responsabilidad que le confirió desde el inicio de su administración, ya que este personaje siempre se distinguió por lo gris y mediocre en su desempeño en el área educativa del estado. Pese a todo, solo fue cambiado de puesto y enviado a la dirección del SEPUEDE, pero el enroque debe considerarse como una degradación en el escenario político de nuestro estado de cara al proceso electoral del 2021.

Quien de plano fue despedido del gabinete fue ALBERTO JONGUITUD FALCÓN, personaje que como titular de la Secretaría de Salud (SESA) jamás dio resultado alguno a los tlaxcaltecas.

En este punto cabe una reflexión, pues durante su campaña a la gubernatura MARCO MENA se comprometió a tener una administración sostenida sobre tres ejes estratégicos: EDUCACIÓN, SALUD Y EMPLEO, que fueron las tres prioridades que el entonces candidato definió como oferta electoral para conseguir el voto de los tlaxcaltecas.

Ya como gobernador, MENA refrendó -al menos en el discurso- esa promesa de campaña y reiteradamente ha posicionado a la EDUCACIÓN, la SALUD y el EMPLEO como los tres ejes fundamentales de su administración.

Sin embargo, hoy llama poderosamente la atención que NINGUNO DE LOS FUNCIONARIOS que originalmente fueron designados al frente de esas tres áreas del gobierno SIGUE EN EL CARGO.

Hoy, los tres titulares originales de la SEPE, la SESA y el SEPUEDE han sido removidos y su salida, en todos los casos, tuvo tintes de degradación a pesar del esfuerzo oficial por cuidar las formas y seguir el protocolo político de las buenas maneras.

Por un lado, MANUEL CAMACHO pasó de ser titular de la SEPE -una de las secretarías MÁS PODEROSAS del gobierno- a ocupar la dirección del SEPUEDE. Mientras que ALBERTO JONGUITUD salió de la SESA en medio de la ignominia, pues su nombre ni siquiera fue mencionado en el boletín de prensa en que se informó de los recientes cambios en el gabinete.

El caso más vergonzoso fue el de LUIS VARGAS GONZÁLEZ, quien en noviembre de 2018 pasó de la dirección del SEPUEDE a la del CECYTE, pero solo dos semanas después dejó el cargo en medio de acusaciones mutuas. El gobierno lo culpó de intentar hacer negocios personales y de irregularidades en el manejo de los recursos del SEPUEDE, y el exfuncionario denunció nepotismo y malos manejos financieros en el subsistema educativo.

Considero, estimado lector, que los recientes enroques en el gabinete no son más que una forma de mantener cuotas políticas. El gobierno asegura que se reforzará con movimientos como el de JOSÉ LUIS RAMÍREZ CONDE que llega a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, habiendo ya estado al frente de la Secretaría de Fomento Agropecuario sin mucho brillo.

Para cualquiera resulta evidente que la diferencia entre ambas secretarías es ABISMAL y considero que esa es una de las causas de los malos resultados que ha tenido este gobierno, ya que se privilegian LOS INTERESES PERSONALES Y POLÍTICOS por encima del trabajo eficiente en beneficio de la ciudadanía.

Un cambio que ya era urgente es el que se dio en la Secretaría de Obras Públicas, Desarrollo Urbano y Vivienda, donde el altanero y soberbio FRANCISCO JAVIER ROMERO AHUACTZI fue enviado como asesor especial para la zona metropolitana Tlaxcala-Puebla, aunque creo que era mejor que no le hubieran dado nada.

Otro movimiento que llama la atención es el de ANABEL ALVARADO, quien asumió la titularidad de la Secretaría de Turismo evidenciando que el gobernador insiste en mantenerla entre sus colaboradores, a pesar de que ella no logra destacar en ninguno de los cargos que ha ocupado.

Lo que resulta grave y contradictorio, estimado lector, es que en materia de SEGURIDAD PÚBLICA Y PROCURACIÓN DE JUSTICIA no se haya dado ningún movimiento a pesar de que la percepción de inseguridad es cada vez más alta en Tlaxcala. 

Pero quizá esto no nos debe sorprender, ya que tal parece que la constante aparición de cuerpos mutilados y ultrajados en distintos puntos del territorio estatal concuerda perfectamente con el discurso oficial, pues la SEGURIDAD nunca ha sido y nunca fue parte del triángulo de prioridades del actual gobierno estatal.

Como siempre, mi total agradecimiento y respeto a quienes me brindan un momento de su tiempo. Hasta la próxima, si Dios lo permite.