• Pedro Morales
Aquí Xicohténcatl…

 

No cabe duda que una pandemia no viene sola, y en el mundo de la polaca en Tlaxcala vino a liberar a los  jinetes del Apocalipsis de la elección que se cocina ya a todo vapor para el 2021.

Mientras a río revuelto ganancia de panistas, “Pregúntale a México” es la consulta virtual que lanzó a nombre del PAN la eterna aspirante a gobernar a los tlaxcaltecas, Adriana Dávila Fernández no quiere quitar el dedo del renglón.

Resulta que se les ocurrió la idea de redireccionar el presupuesto federal como el del tren Maya -entre otros-, para combatir la pandemia, por favor que alguien le diga a Adris que ya desde hace mucho dejaron de ser gobierno.

Mejor que le diga a su dirigente estatal que ya ni la friega al escatimar sus derechos laborales a los esclavos de su textilera, ya que no es la primera vez que lo acusan de presunto explotador.

Su par Minerva Hernández “La Reina del Taco” de Xiloxoxitla, también organiza sus ruedas de prensa para aplicar las mañas que le aprendió a su maestro ASA y a fuerza quiere que los gobiernos hagan su voluntad de reina chafa.

¡Ya siéntense señoras!

Mientras su tercera mayora  Lorenita dicen los que saben que está a punto de acudir al llamado de sus viejitos para darles otra visitada, aunque los mal pensados dicen que va por la tercera que según dicen será la vencida.

Y allá en el rincón de los muñecos feos, no lo va Usted a creer, pero a estas alturas los barberos plumíferos se acordaron de que el tres de mayo fue el diablo del “Sol Rojo”, como le decían los priistas salinistas al neomorenista JAAL.

Y a la par del terror del Coronavirus, allá por sierras y montañas, valles y pueblos dicen que un muñeco “Tongolele” sigue con su peregrinar y hasta despensas y cubre bocas regala, para que la gente se entere de que es la opción para el cambio verdadero, ¿usted les cree?

A la mitad del camino calculado matemáticamente en la pandemia, la otra realidad, la virtual, Tlaxcala transita entre un camino lleno de virus, asusta que este mes de mayo sea significativo por alcanzar lo más alto de los contagios y decesos.

Ya lo habíamos mencionado en anteriores entregas que los tlaxcaltecas históricamente han sido libres, con restricciones pero con libertad de movimiento ganado a pulso por ser un pueblo aguerrido e inconquistable.

Ahora en plena pandemia, nuestra gente se resiste al confinamiento, acostumbrada como está desde hace centurias, no soporta el encierro, ni el aislamiento, en Tlaxcala nacimos para ser libres.

Esta libertad e independencia heredada, explica aunque no justifique la actitud de rebeldía de nuestra gente en ciudades pueblos y comunidades, no es fácil quedarse sin hacer nada y con las manos cruzadas de un momento a otro.

La explicación no la van a entender posiblemente los hombres y mujeres de estas nuevas generaciones, confinar a un tlaxcalteca al encierro es como meter a un gorrión en una jaula.

Hasta se puede morir de la pura tristeza.

Pero hay que cumplir las recomendaciones de guardar la sana distancia y quedarse en casa para evitar ser contagiados y contagiar a más gente en su casa, esto es otro idioma que cuesta trabajo entender.

Nadie escarmienta en cabeza ajena y nuestros adultos mayores que nunca conocieron de estas pandemias, las niegan, no las creen, pero poco a poco la realidad de la tragedia nos ubica en la realidad.

Sin duda la pandemia mundial nos quitó a nuestra amada Tlaxcala, donde la tlaxcaltequidad se mira por todos lados en nuestras ferias patronales, en nuestras celebraciones familiares y en la convivencia diría.

Transitar por esta nueva Tlaxcala significa colocarse cubre bocas, esos molestos trapos que nos hacen la respiración dificultosa y nos hace sudar y nos enoja.

Pero hay que obedecer las indicaciones de los doctores, lavarse las manos es el único antídoto contra el temible virus que se mata con jabón, pero que al entrar a nuestros cuerpos por las vías respiratorias se multiplica rápido y nos mata.

Nadie sabe en qué va a parar esto, ni el número de tlaxcaltecas que serán llorados por sus seres queridos, la verdad es que para nuestra sociedad que nunca ha sido comprendida, es fácil señalar a los tlaxcaltecas de tozudos y necios, sin llegar a comprender la razón de su forma de ser.

Sin embargo, ahora mismo los tlaxcaltecas ya aplican sus propias estrategias, prueba de ello es que a estas alturas hay municipios que no han sido contaminados.

Sera una tarea para los especialistas y toda esa gente que tanto crítica y sataniza a los tlaxcaltecas que se niegan a someterse, ellos tienen sus tiempos y ahora ya saben de lo que se trata.

El reto para todos es salir adelante, se han tomado las medidas para proteger a chicos y grandes, hay confianza en que estamos a la mitad del camino para recuperar a la Tlaxcala que nos fue arrebatada.

El saldo va a ser doloroso, sin duda, pero hay un detalle que es una gran verdad, llegaron hace 500 años los conquistadores españoles y nos trajeron la viruela negra.

En esa época murieron alrededor de 90 por ciento de nuestros abuelos y eso cambio para siempre la historia, vino la conquista pero Tlaxcala conservo su libertad.

Nos hemos mantenido con nuestras costumbres y tradiciones simplemente porque los hombres y las mujeres de Tlaxcala conservaron y conservan su espíritu indomable e  inconquistable.

Y pase lo que tenga que pasar todos debemos estar muy seguros y convencidos que hay algo que nunca nos han podido arrebatar y es la bandera de la esperanza la que siempre ha triunfado ante la adversidad.

Por otro lado llama la atención el dato revelado por el titular de SESA en la entidad al afirmar que en estos momentos se calcula que hay más de tres mil personas contagiadas y muchos de ellos no lo saben.

Es de reconocer que los tlaxcaltecas somos fiesteros por naturaleza y convicción, en este tema si Usted quiere el matrimonio se pone de acuerdo para celebrar la navidad en casa de ella y recibir el año nuevo en casa de él o al revés.

Pero en el caso del diez de mayo, nadie cede y todos quieren festejar a sus madrecitas y del otro lado, las madrecitas tlaxcaltecas es el día que esperan a su prole y no les importa trabajar para deleitarnos con sus guisos tan ricos y deliciosos.

Y por ese amor que profesamos a nuestras madrecitas es que hay que cuidarlas y debemos hacerlas entender que la celebración de este año va a ser diferente y en esta ocasión no se va a reunir la prole para agasajarla.

Imaginemos en el peor de los escenarios que esas más de tres mil gentes contagiadas visitaran a sus progenitoras, pero hay que advertir que desde el miércoles hasta el 10 de mayo es posible que esa cifra ya se duplicó.

Suena duro pero es la realidad y si en verdad queremos a nuestras madrecitas es mejor regalarles un celular  para saludarlas y estar al pendiente de ellas a la sana distancia.

Nuestras madres son sabias y quieren estar con nosotros muchos años más y a todos nos corresponde cuidarlas y no hay ninguna otra forma más que #quédate en tu casa, no vayas a abrazar a tu madrecita y a contagiarla, es por el bien de todos… GUARDEMOS LA DISTANCIA.