• Pedro Morales
Aquí Xicohténcatl…

 

Falta un año y dos días, para la celebración de elecciones locales de gobernador, diputados federales, locales, presidentes municipales y de comunidad, en una elección dual local y federal, con posibilidades vigentes de reelección en el caso de legisladores locales.

Un año que se va a escurrir entre los dedos como agua, sin duda será una elección diferente y a diferencia de elecciones anteriores donde aún los tiaxcas daban la orden de por quién votar, en esta nueva modernidad nada será igual.

A bote pronto, se vislumbra un proceso electoral diferente obligado desde ahora por la pandemia mundial que todos padecemos, con resultados para ese entonces impredecibles, pero que sin duda nos marcarán a todos por igual.

Hasta este momento en que faltan doce meses y un par de días para que las y los electores acudan a las urnas, el futuro es impredecible y según las proyecciones hasta ese entonces prevalecerá el Covid.19.

Pero la contingencia no detiene la vida, ni su desarrollo, en Tlaxcala las condiciones son diferente, luego de ser uno de los tres estados que colaboraron con amplitud para el triunfo de Andrés Manuel López Obrador.

Al mismo tiempo en esa elección presidencial los tlaxcaltecas se sacudieron el lastre que por años encumbro y enriqueció ofensivamente a una clase política que aún no está acabada y dará coletazos en la elección e imposición de candidatos.

Todos y cada uno de los partidos de derecha, izquierda y centro fueron derrotados y casi borrados sus registros locales, por los resultados tan raquíticos que obtuvieron y que es la hora en que no asimilan las dimensiones del mensaje de los tlaxcaltecas y menos se conforman con la derrota.

Sin embargo de alguna manera dirigentes estatales como los de PAN, PRI, PRD y Morena principalmente, a toda costa quieren revivir a un esquema electoral caduco y que no garantiza para nada la elección de los mejores hombres y mujeres para gobernar.

De esta forma tenemos las listas de suspirantes que quieren acceder a la silla grande y hacen todo lo imaginable, en condiciones desventajosas, para hacerse notar y mostrarse como la mejor opción para ganar los votos.

Una cosa es querer y otra poder.

En el recuento de los daños de la pasada elección presidencial, vemos que vueltas da la vida, y ahora tenemos que la excandidata de AMLO y de Morena, Martha Palafox, gano perdiendo.

Tras su derrota como por arte de magia la suerte le cambio y se volvió hacendada, a estas alturas ella y sus descendientes ya transformaron la vetusta hacienda de “La Noria”, allá por Terrenate y la compro al cash a sus dueños y allá está rumiando todavía su dolorosa derrota.

Da flojera seguir la trayectoria de los ahora excandidatos derrotados, pero destaca otro que ganó al perder, se trata del supuesto “luchador social magisterial”, Jacob Hernández Corona, quien se lanzó sin fusil como candidato independiente.

Quien sabe que le prometieron, pero los cierto es que fue el Caballo de Troya para quitar algunos votos a los demás candidatos y mostró el verdadero rostro de los independientes que ningún partido los quiere, por algo será.

Como era de esperarse, cumplido el sueño que tuvieron un grupo de maestros, quienes liderados por Carlos Jonguitud Carrillo iniciaron lo que para muchos parecía imposible.

La creación de una organización gremial que se preocupara por los ideales, pensamiento y acción, además de que defienden, según ellos, cabalmente los derechos laborales, bien ganados pero, no reconocidos, de los trabajadores para la educación.

Fundaron su Sindicato Nacional el Sindicato de Trabajadores de la Educación (STE), desde donde ataca a sus excompañeros “charros” de la Sección 55, pero eso sí, cobrando con la derecha puntualmente sus cuotas a los maestros que se fueron con el “canto de las sirenas”  

Mientras, ya se perfilan y se barajan nombres con algunas sorpresas, como en el caso de Morena donde se dice y se rumora que ahora si hay tres fuertes aspirantes apalancados desde la 4-T

Es el caso del ex priísta y profesor Joel Molina Ramírez a quien lo apoya y mueve los hilos el exgobernador también expriista José Antonio Álvarez Lima,  ya se notan los efectos del activismo, al más puro estilo de “Sol Rojo”, como es conocido por políticos de la vieja guardia el ahora neo empleado morenista.

También se hace notar con videos y declaraciones Ana Lilia Rivera Rivera, quien navega en busca del voto verde, pero con la desventaja que la 4-T es la hora que poco les cumple a los hombres del campo en Tlaxcala.

Es muy pichicato el amor que ha llegado a Tlaxcala para los hombres del campo, que sin medir consecuencias, entregaron todos sus votos a Morena y muchos, muchos ya se arrepintieron.

Muy tapadita esta al asecho, la toluqueña María del Carmen Ramírez García, quien otra vez a la sombra del ahora también neo funcionario de la 4.T, Alfonso Sánchez Anaya buscarán revivir sus viejas glorias y el cadáver en que se convirtió en Tlaxcala su otrora aplanadora el PRD.

En el tricolor la palea es muy cerrada, Anabel Alvarado Varela se llevó excelente posicionamiento con la organización de los festejos de los 500 años y ahora en el reto de su encomienda al frente de la promoción  para el resurgimiento de la industria sin chimeneas.

Enfrente está el profe todo terreno, Florentino Domínguez Ordoñez, quien ve sus posibilidades en salir airoso del galimatías del proceso educativo en todos sus niveles, cuyos resultados lo encumbrarían o lo lanzarán al fondo del precipicio.

Porque dicen los que saben que ya se le hizo bolas el engrudo.

Muy juntito va la alcaldesa de Tlaxcala, Anabel Ávalos Zempoalteca, a quien la pandemia le alteró su activismo y apagó a su equipo, al grado de que tuvo que cambiar a su jefe de prensa, para “levantar imagen”.

En las filas del albiazul se tiene más bien a cuatro tiradores, dos y dos, encabeza la eterna aspirante Adriana Dávila Fernández, quien ya aparece en sus conferencias de prensa, pero no hay nada nuevo en su propuesta.

Su compañera, Minerva Hernández le entró hasta a las video conferencias, con tal de mostrar sus tablas en la cuestión de la administración pública que si vemos no fueron resultados de excelencia cuando la también la “Reina del Taco”, fue alta funcionaria perredista al servicio de su maestro ASA.

Se apunta el gris exdiputado local y colaborador del hombre más rico de México en Tlaxcala, Juan Carlos “El Saga”, quien es conocido por apadrinar a los huehues de su pueblo, pero nada más.

También estaría apuntado el alcalde de Apizaco,  exdiputado y transportista Julio César Hernández Mejía, quien ha iniciado su promoción con la colocación de parquímetros y cada vez se alejan más sus posibilidades en la política dentro y fuera de su partido.

Por supuesto que no son todos los que se mencionan, pero falta un buen trecho para afinar estas listas que en el caso de los diputados federales se alargan y ni se diga en la de diputados locales, que la mayoría sueñan con la dorada reelección.

Parece increíble, pero en suma total serán más de diez mil los candidatos y candidatas que buscaran un cargo de representación popular, si se sumaran todos los suspirantes de los partidos con registro y externos en Tlaxcala.

Lo cierto es que al paso que vamos, todo parece indicar que las campañas serán virtuales, no habrá concentraciones tumultuarias, habrá mucha presencia en redes sociales lo que dará un nuevo panorama a este proceso del 2021.

Sin duda, quienes van a definir son los jóvenes y las mujeres, por el manejo de la tecnología y ellas por ser mayoría, en tanto el tiempo corre sin piedad y el reto es para los árbitros que vienen muy rezagados ante la nueva realidad electoral, por lo que en tanto se reafirma esa frase de que… ¡LA MONDEDA  YA ESTÁ EN EL AIRE!