• Juan Carlos Sánchez García
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Cómo Tlaxcaltecas tenemos todo el derecho a soñar, de ayudar a la gente, compartir lo que tenemos y desprendernos de lo que Dios no da, esto lo escribo como un ciudadano más de Tlaxcala que quiere ver que las cosas cambien para bien y que los gobiernos sean más honestos, trabajadores, además de cercanos y sensibles con la gente.
 
Mis padres me enseñaron a observar y respetar la ley e instituciones y sobre todo a acatar normas, así lo seguiré haciendo. Yo confío en las autoridades, en que trabajan sin consignas y por igual para todos, ya que es la única manera de vivir en paz y en armonía entre nosotros.
 
Agradezco a todas y cada una de las personas que se toman el tiempo para seguir mis actividades empresariales y ciudadanas que tienen un solo objetivo, sumarme a los esfuerzos de miles de tlaxcaltecas de a pie, para devolverle a Tlaxcala solo un poco de lo mucho que nos ha dado; a ustedes mi respeto y les hago la invitación a que dejemos de contemplar el paso del tiempo y mejor hagamos algo constructivo pensando en el futuro de nuestros hijos.
 
Es importante que, no solo los partidos políticos expresen sus ideas, es mucho mejor que la voz de los ciudadanos se escuche y se escuche fuerte, todos tenemos algo que decir sobre la actual situación que prevalece día a día en nuestro estado, no podemos permitir que solo unos cuantos marquen el rumbo que debemos seguir: Debemos decir no más a los de siempre, ya basta de imposiciones, somos todos los que contamos y no estamos de acuerdo con las formas de gobierno que hoy prevalecen por encima de nuestros intereses, ranovar es el rumbo, el cambio si, lo de siempre no.
 
En fin, así como nuestros padres y abuelos que con faenas ayudaron a construir calles, puentes, edificios públicos y muchas cosas más, así les pido que desde su trinchera (hogar, fábrica negocio, partido político, oficina, etc.), continuemos con nuestra lucha ciudadana con más ánimo que nunca; sigamos haciendo labores sociales porque solo así cambiarán las cosas.
 
Animo vecinos y paisanos, Roma no se construyó en un día.
 
Ing. Juan Carlos Sánchez García (SAGA)

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