• Pedro Morales
“El maltrato infantil en el estado de Tlaxcala va en aumento, las autoridades han ignorado el tema y no hay una estadística confiable relacionada con el problema”: Fupavi

En Tlaxcala, como en el resto de nuestro país, la población infantil es la más vulnerable y acusa los efectos de la pandemia mundial, la carestía de la vida y la creciente necesidad económica de las familias.

Suspensión de clases y el obligado confinamiento a que han sido sometidos las niñas y los niños junto con sus familias, los dejan expuestos a sufrir más agresiones a medida que aumentan los problemas familiares.

Una realidad es que padres y madres de familia y maestros no estaban preparados para aplicar las nuevas tecnologías, sobre todo en el área rural y a medida que avanza el programa escolar crecen los problemas, la presión y la violencia en contra de los alumnos.

Ahora a las agresiones físicas se suma la violencia cibernética, debido a que las presiones en su propia casa, por parte de los maestros son crecientes y en muchos casos también la carga y complejidad de tareas significan mucha angustia para los educandos.

Mujeres, niños, niñas y adolescentes deben enfrentar cada día la creciente pobreza extrema en que se suman las familias ante la falta de oportunidades que por desidia, conformismo o frustración poco a poco elevan los niveles de violencia infantil en colonias urbanas, pueblos y comunidades rurales.

Cabe destacar y no perder de vista que la vida se ha transformado desde el mes de marzo a la llegada del Covid-19 que ha cobrado miles de vidas en el país y sobre todo ha obligado al cierre de negocios y a una histórica pérdida de empleos y oportunidades.

Junto con la falta de dinero, viene el abandono de los estudios como efecto de la nueva modalidad de las clases a distancia que limitan a los alumnos que no cuentan con tecnología para acceder a las redes sociales y al internet y en el peor de los casos, niñas y niños deben enfrentar los terribles efectos de un alcoholismo que cada día se apodera de los jefes cabeza de familia.

Los pretextos son lo de menos, el futbol, ahora el confinamiento, la depresión y hasta las constantes fiestas patronales y los moles en nuestros pueblos, justifican en gran medida el “alcoholismo social” que convierte el interior de los hogares en un verdadero infierno.

Aparejado a este flagelo, cada vez son más los niños que son incluidos en tareas para la obtención de recursos económicos para la familia que enfrenta hambre y falta de trabajo.

Destaca la creciente desintegración familiar, por el éxodo de los jefes de familia a los Estados Unidos que dejan a los hijos encargados con familiares o vecinos y esta realidad hace que cambie drásticamente su status familiar.

A niñas y niños lo mismo se les puede ver en las calles vendiendo dulces, que ser utilizados en los negocios, pero sobre todo cientos deben de trabajar al igual que sus padres en las tareas agrícolas.

Es ahí en donde hay una mayor explotación sin paga, salvo un plato de frijoles, chile y tortillas, mientras los gobiernos estatal y municipales se desatienden de este segmento de la población.

Es por eso que son presa fácil de la drogadicción, la violencia y ataques sexuales, y la causa de que en los últimos años aumente alarmantemente el número de niños y niñas que se suicidan, al no encontrar una salida a sus angustias porque sus familias se desintegran.

INFANCIA SEDIENTA DE JUSTICIA

El centro “Fray Julián Garcés”, Derechos Humanos y Desarrollo Local A.C., define que en la entidad tlaxcalteca hay la ausencia de un organismo que represente a la niñez, dando lugar a caos y desorden total en este segmento de la población.

No existe asignación de presupuesto para las instituciones salud, educación y organismos de impartición de justicia, tampoco cuentan con protocolos y programas de prevención, identificación y atención, porque nada ni nadie se los exige,  los funcionarios argumentan falta de presupuesto y regulación normativa en sus lineamientos institucionales.

La Ley de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes para el Estado de Tlaxcala, es abstracta en sus conceptos y no señala que ocurre cuando a un menor se le niega alimento, ropa, escuela, cuidado y fundamentalmente se le agrede de innumerables maneras.

Se requieren modificaciones a esta ley mediante precisiones normativas y reglamentos que señalen como se harán valer los derechos de la infancia en el terreno de los hechos.

Las cifras obedecen a un riguroso escrutinio acerca de la triste y vergonzosa realidad de la infancia en Tlaxcala, cuyas graves condiciones obedecen a muchas y diversas omisiones institucionales de hace muchos años.

Pero también y desde luego a la población por su ancestral tolerancia ante vejaciones y malos tratos de padres y cuidadores hacia los menores. Ambos se destacan por negligencia y complicidad. 

Urge que la nueva administración que se avecina  para el 2021 en la entidad desde el Ejecutivo, Legislativo y Judicial ejerzan autoridad y poder regulador para crear decretos, leyes y toda acción que obligue a los funcionarios y sociedad en su conjunto a cuidar y preservar a la infancia de todo tipo de violencia.

MAS DENUNCIAS POR MALTRATO INFANTIL

Las denuncias por maltrato infantil en Tlaxcala han aumentado entre 15 y 20 por ciento en los últimos dos años y afecta esencialmente a niños de 14 a 17 años de edad.

De 13 municipios con averiguaciones previas, Apizaco es el de mayor incidencia y personas desconocidas son las principales agresoras.

En el foro “Situación de Maltrato Infantil en Tlaxcala”, autoridades alertaron que el problema tiende a crecer y urgieron combatirlo de fondo, ya que predomina la violencia física y la psicológica, perpetradas tanto en el hogar como en la escuela.

La  directora de Programas y Atención a la Sociedad Civil de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Jakqueline Ordóñez Brasdefer dio a conocer que el agravio en contra de menores de edad no solamente se define por la acción cometida sino por la omisión y la negligencia.

Puntualizó que la violencia en contra de los infantes puede ser emocional, sexual, laboral, asistencial y de abandono en diversos contextos.

Con datos de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), Ordóñez Brasdefer señaló que 60 por ciento de las 86 indagatorias, es decir, alrededor de 51, corresponden a violencia ejercida en agravio de niños de 14 a 17 años de edad.

El 20 por ciento, que son casi 17 averiguaciones previas, a menores de 11 a 13 años; el 13 por ciento, que suman aproximadamente 11, a infantes de 7 a 10 años, y el siete por ciento, esto es alrededor de seis, a niños de uno a seis años.

Pero solamente en  60 por ciento de estas demandas, 51 se ha ejercitado acción penal, ya que en cinco por ciento “se emitió opinión” de no proceder de esta forma. Aún quedan 30 en trámite, que significan 35 por ciento.

De 13 municipios con registro de indagatorias, Apizaco es el de mayor incidencia, con alrededor de 15; le siguen Tlaxcala con 10 y Chiautempan con cinco, por lo que éstos se ubican con el índice más alto.

Los 10 restantes tienen menos averiguaciones, entre ellos Contla con cuatro, Calpulalpan y Huamantla con tres, e Ixtenco, Tzompantepec, Ixtacuixtla, Teolocholco, Totolac y Tepeyanco con dos cada uno.

En cuanto al vínculo existente entre el imputado y la víctima, el reporte de la PGJE dado a conocer por la CEDH indica que:

En 42 casos el agresor es un desconocido

En 17 por un conocido

En 10 es el padre biológico, en siete el padrastro, en dos un tío, en dos un amigo y en uno el ex novio y en otro un amigo.

Al respecto, el ex presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Francisco Mixcóatl Antonio advirtió que el fenómeno tiende a crecer y desbordarse.

Atribuyó esta situación a la desintegración familiar, principalmente.

NIÑAS LAS MÁS AFECTADAS

La Fundación en Pantalla contra la Violencia Infantil, (Fupavi), señala que el maltrato infantil en el estado de Tlaxcala va en aumento, incluso refiere que las autoridades han ignorado el tema y no hay una estadística confiable relacionada con el problema.

Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Tlaxcala y el Estado de México, son las entidades donde más se presenta el abuso infantil y de acuerdo con datos reportados por Fupavi.

Indica que el porcentaje de denuncias en la entidad por maltrato infantil se incrementó en 60 por ciento, por lo que la asociación alerta sobre esta problemática social que afecta principalmente a las niñas.

El estudio menciona que la infancia se encuentra abandonada, debido a la ausencia de un organismo que le represente, dando lugar a casos y desorden total en este segmento de la población.

“El DIF no tiene atribuciones protocolarias para exigir a las instituciones cuentas, asimismo este organismo está rebasado ante la gravedad del tema”, puntualiza.

La Fupavi, menciona que en casos como Tlaxcala, la ley y los derechos de los niños, niñas y adolescentes son abstractos en sus conceptos, y no establece qué pasa cuando a un menor se le niega alimento, ropa, escuela, cuidados y fundamentalmente se le agrede de innumerables maneras.

EXPLOTACIÓN EL OTRO FLAGELO

Una mujer, junto con sus cuatro hijos llega A la ciudad rielera de Apizaco cada miércoles de plaza, este cuatro de noviembre al filo de las nueve de la mañana, se instaló rodeada de los menores, en sus brazos cargaba al más pequeño, parecía dormido.

Tres horas después, a la una de la tarde, la mujer estaba en el mismo sitio, pidiendo limosna rodeada de dos niños y una niña, el menor que mantenía en sus brazos permanecía en la misma postura, al parecer profundamente dormido.

Pasaron otras tres horas, la mujer permanecía en el mismo sitio, llamando la atención de los transeúntes, los tres niños jugaban a su alrededor y el menor seguía en la misma posición, sin despertar, ni moverse.

Se le preguntó sui el menor estaba en buenas condicione, dijo que sí, que estaba dormido, pero se le hizo notar que durante varias horas el niño parecía inconsciente, que eso no era normal, que si quería la ayuda de un médico o de una ambulancia.

Rechazó vivamente toda ayuda y al notar que se tomaban fotografías, de inmediato y a toda costa evitó mostrar el rostro del menor, quien permanecía inmóvil, como desmayado, su semblante notoriamente diferente al de la mujer era pálido y demacrado.

Esta situación que se repite una y otras vez, desde hace años, los días de mercado en Apizaco y revela que la trata de personas tiene varias facetas, quienes la practican operan en giros negros, en centros de prostitución, en salas de masajes disfrazadas y en supuestas “agencias de edecanes”.

También es evidente que otra forma de trata de personas es obligar a los niños a pedir limosna o vender productos en la calle, incluso se supone que son las madres junto con sus hijos.

Comerciantes establecidos en los mercados 12 de Mayo y “Guadalupe”, coincidieron en señalar que “la pobreza ha obligado a muchas familias a desarrollar actividades callejeras, involucrando y explotando a todos sus integrantes, incluidos los niños”.

PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES

 El Sistema Estatal de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) participó en la Sesión Permanente de la Secretaría Ejecutiva del Sipinna Nacional, donde se presentó la propuesta del Protocolo de Coordinación Institucional para la Protección de Niñas, Niños y Adolescentes Contra Toda Forma de Violencia.

Patricia López Aldave, titular del Coespo y Secretaria Ejecutiva del Sipinna, señaló que durante la reunión virtual también se abordaron temas sobre la Subcomisión de Justicia para Adolescentes a nivel nacional y estatal, así como la Estrategia Nacional para la Prevención y Atención de las Violencias en Contra de Niñas, Niños y Adolescentes y la importancia de trabajar en la atención sobre Primera Infancia.

López Aldave dio a conocer que del 17 al 20 de agosto se llevará a cabo la “1ra. Semana Nacional de Inversión en Primera Infancia: Transformar a México desde la Niñez”, estrategia que tiene la finalidad de proteger las principales necesidades y el nivel de prioridad que se debe brindar a la población infantil, además de fortalecer políticas públicas que procuren que cada niño y niña reciban un cuidado digno.