• Reyes Ruiz Peña
La verdad no peca pero...

 

La gestión de MARCO ANTONIO MENA RODRÍGUEZ se ha caracterizado por su lejanía y distancia con el ciudadano de a pie, con la gente que cada día tiene que librar la dura batalla de la supervivencia y que lucha contra la adversidad de sus circunstancias para llevar el pan a su mesa.

 

Marco Mena encabeza un gobierno muy cerebral, consecuencia de su innegable capacidad académica e intelectual, pero a la par su administración es fría y muy poco empática con las necesidades del pueblo de Tlaxcala. Nuestro mandatario gobierna desde su escritorio, encerrado en los muros de Palacio y sin ensuciarse los zapatos.

 

Aun antes de la pandemia, las giras de Marco Mena por el territorio estatal eran contadas. Su gobierno no se distingue por el contacto con la gente. Las salidas del gobernador se han limitado a eventos ineludibles como giras presidenciales, visitas de secretarios de Estado o el aniversario luctuoso de Don Emilio Sánchez Piedras y el traslado de poderes a Calpulalpan.

 

Por lo anterior sorprende que, según la encuesta del FINANCIERO publicada este lunes, Marco Mena sea el tercer gobernador mejor evaluado de los 15 estados donde hay elecciones para renovar al ejecutivo estatal. También llama la atención que la encuestadora MÉXICO ELIGE lo coloque como uno de los 5 mandatarios con mayor aprobación por el manejo y atención de la pandemia.

 

Si René Lima Morales, secretario de Salud local, reconoció la semana pasada que existe un repunte del 40% en contagios de Covid-19, ¿cómo explicar, estimado lector, que Marco Mena sea considerado uno de los gobernadores mejor evaluados en el manejo de la crisis sanitaria?

 

Si la encuesta de México Elige reflejara la realidad y la labor del ejecutivo local fuera verdaderamente tan efectiva, Tlaxcala debería estar ya en semáforo verde desde hace varias semanas, sobre todo si consideramos que tuvimos más tiempo para enfrentar la contingencia al ser el último estado del país en registrar su primer contagio de SARS-Cov-2.

 

Al hablar del gobierno de Marco Mena es inevitable admitir que la ampliación carretera Tlaxcala-Apizaco es una obra de gran magnitud y de largo alcance para un estado como el nuestro. Sin embargo, se trata del único gran legado de esta administración. La pretendida visión de estadista que forzadamente se le quiere atribuir a Mena Rodríguez se sustenta en esa obra carretera y nada más.

 

Finalmente, aunque en el mensaje de su Cuarto Informe de Gobierno Marco Mena sentenció que vigilará que se respeten las leyes y la integridad de las instituciones durante el proceso electoral, lo cierto es que en las últimas semanas ha estado más ocupado en atender asuntos de índole político-electoral con la esperanza de que, a través de la mega alianza, el PRI pueda retener la gubernatura, lo cual se antoja verdaderamente imposible ante la designación de Lorena Cuéllar como futura candidata de MORENA al gobierno del estado.

 

Como siempre, mi total agradecimiento y respeto a quienes me brindan un momento de su tiempo. Hasta la próxima, si Dios lo permite.