• M.C.S Elsa Martínez Flores
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Lo que anteriormente fue considerado elogio disfrazado, hoy se le diversas connotaciones, desde insensato, soez, atrevido y ofensivo, dependiendo de qué forma lo digan, por lo pronto, los piropos quedarán prohibidos dentro de las instalaciones de las dependencias del gobierno federal en horario laboral.  

 

Ya se prepara la publicación de un nuevo código de ética para quienes se desempeñan como funcionarios. La noticia ha causado revuelo en las redes sociales, sobre todo porque los y las trabajadores de esos lugares no podrán tener contacto físico que pueda considerarse sugestivo, ejemplo: besarse o abrazarse.  

 

Este anteproyecto, el cual está a pocos días de publicarse en el Diario Oficial de la Federación detalla: “los funcionarios deberán evitar mostrar deliberadamente partes íntimas del cuerpo a una o varias personas, espiar en su intimidad a otra persona mientras se cambie de ropa o se encuentre en el sanitario, queda prohibido también realizar señales sexualmente sugerentes con las manos o a través de los movimientos corporales; tener contacto físico sugestivo o de naturaleza sexual, como tocamientos, abrazos, besos, manoseo, jalones; hacer regalos, dar preferencias indebidas o notoriamente diferentes o manifestar abiertamente o de manera indirecta el interés sexual por una persona”.  

 

Vaya si las nuevas disposiciones son enfáticas y determinantes, sin embargo, en el diario convivir de las personas en las oficinas, pueden surgir malos entendidos que orillen una serie de denuncias y que pongan en aprietos a más de un funcionario, sea hombre o mujer, el sólo hecho de que “sin querer queriendo” se comenten o expresen algo porque “no lo pensaron” puede ser motivo de despido y de un expediente manchado.  

 

Las burlas terminaron, bromas que inciten a la crítica, las invitaciones a salir en cualquier tipo de tono, puede ser mal comunicado al otro empleado, y éste en consecuencia actuará si considera como “agraviado”. Por un lado, con esta serie de disposiciones se pretende controlar el acoso sexual que muchas personas han padecido, pero, también es importante destacar que lo que venían considerando “normal”, ahora será sancionado y evidenciado ante sus superiores quienes determinarán si el trabajador amerita ser reportado.  

 

Analizar con detenimiento cada palabra y acción será motivo de estrés laboral, porque no todo es malo, pero tampoco bueno respecto a las conductas en los centros de trabajo,  

 

Así que mucho cuidado al querer halagar o atreverse a decir algo así: “si quererte es un delito, estoy condenado a cadena perpetua”, porque ahora va en serio.