• Héctor A. Villalba
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Vaya fichita resultó ser el seudo crítico de la nueva administración morenista, y es que luego de que trascendió que había sido denunciado por su pareja por según vez, su ya paupérrima credibilidad se vino a cero.  

La verdadera triste historia es la que su pareja ha tenido que vivir al lado del comunicador consentido de Marco Mena. 

Desde amenazas, chantajes, mentiras, golpes y quién sabe qué otras cosas más ha tenido que soportar, qué poca madre tiene Edgardo N. al criticar las supuestas manifestaciones de violencia política en el gabinete estatal.  

Mientras aviva denuncias inexistentes se olvida de las que tiene en su contra. No es la primera vez que es señalado, y quizá no será la última. 

Es por eso que extraña que los colectivos feministas no se hayan pronunciado por estos hechos, toda vez que muchos de ellos utilizan el espacio del seudo comunicador para colocar sus temas de agenda. 

Es decir, que mientras buscan visibilizar la violencia hacia las mujeres, quien les permite hacerlo es un violentador. 

Hay que repensar si los canales de comunicación de los actores políticos y sociales encajan con sus valores e ideales. 

Porque ya vimos que más de uno tiene poca madre.