• Héctor A. Villalva
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Quien aspire a dirigir el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA) tiene que dejar de pensar en sus intereses personales y darle prioridad a los de sus agremiados; debe ser un núcleo fuerte que luche por mejorar las condiciones de ellos y no un trampolín para conseguir puestos políticos.

Hablar de sindicalismo en nuestro país, nos lleva a pensar en corrupción, y nos imaginamos a un dirigente panzón y ratero, que siempre hace de las suyas para beneficio de sus amigos, camaradas, y familiares, con unas cuentas desorbitantes en los bancos, con buenos carros y elegante ropa, y déspota que no se preocupa en lo más mínimo por las personas que representa.

Lamentablemente tampoco los agremiados conocen bien el propósito real que tienen los sindicatos. La Ley Federal del Trabajo destaca que un sindicato es una asociación de trabajadores que tiene por objeto el estudio, mejoramiento, y la defensa de sus propios intereses, y además realiza actividades en favor de sus agremiados.

Estos puntos los debe tener bien claro el o la próxima dirigente del Sindicato de Salud, tiene que velar por la mejora de las condiciones de los trabajadores, negociar con ellos de forma colectiva y no solo tomar decisiones que le favorecen a alguna de las partes, además pugnar por la defensa de los derechos de los trabajadores.

Este último punto se debe entender de forma clara, que luchar por su defensa quiere decir tomar decisiones que les favorezcan a futuro, y no que vayan en su detrimento.

Uno de los objetivos que tienen las organizaciones sindicales, es implementar programas de bienestar social que ayuden a la economía de los trabajadores, como lo son convenios con escuelas o centros recreativos, e incluso trabajar para que los agremiados tengan estos espacios y sean atendido con calidez. 

El próximo 22 de agosto los agremiados del SNTSA tienen dos caminos y ambos los tienen que evaluar poniendo en una balanza qué es lo que desean, seguir en la misma corrupción, con alguien que quiere ser diputada, presidenta, y que ha sacado grandes beneficios de las cuotas y sus cuentas en el banco ascienden a millones, o quieren un cambio, erradicar la corrupción.

Eso sólo lo decidirán los agremiados, pero es bueno pensar que las personas que los represente debe mostrar transparencia y honestidad, para no continuar con la historia de saqueo que por años ha permeado al SNTSA.