• Elisa Márquez
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Quien afirme que Rosi Orozco apoya desinteresadamente alguna causa, miente o no sabe del tema, desenmascarar a una “activista” es romper con el esquema de la “luchadora de las causas sociales” para descubrir a una persona que solo tiene un interés común: lucrar con el dolor humano. 

Ella ve en Tlaxcala el escenario ideal para hacer alarde de sus declaraciones sin sustento y, además, demostrar su ignorancia supina al no conocer la trayectoria de otra “activista” Yenni Chárrez Carlos. 

Existen activistas que no lucran y su lucha es legítima, la cual abanderan en honor a un pasado, en memoria de algún miembro de la familia y es cuando se dedican a estudiar el caso, a desmenuzar punto por punto los documentos jurídicos en aras de la verdad. 

“Activistas” que reciben dinero de organismos para realizar “acciones” en contra de delitos como la trata merecen ser objeto de serios cuestionamientos, porque no se otorgan 30 pesos, sino cantidades importantes que se designan para combatir este ilícito, lo malo es que al recibirlo se olvidan de sus buenas intenciones y la enorme suma de efectivo hace que sus principios se desmoronen y se exhiban ante la gente tal cual son: voraces y oportunistas, y caen en el común denominador: todo lo hacen por interés. 

Rosi Orozco recibió donaciones millonarias para la Comisión Unidos contra la Trata, las cuales estaban destinadas a la construcción de refugios, sin embargo, nunca ha dado detalles de esos movimientos monetarios, ah, pero eso sí, habla mucho de carpetas de investigación donde sólo demuestra su vasto desconocimiento del tema ya que no conoce cómo está integrada una indagatoria ni sabe los desgloses que derivan de un expediente por trata. 

Recientemente, el Gobierno del Estado de Tlaxcala a través del Centro de Justicia para las Mujeres, recuperó a dos menores de edad para devolverlos a su madre, el trabajo protocolario entre las partes fue tomado como un “trato” por parte de algunas personas tipo Rosi Orozco y gente que desconoce, pero otras que sí saben del asunto, sin embargo, lo utilizan para confundir a la ciudadanía respecto a los trámites jurídicos que se realizan para recuperar a niños involucrados en el tema. 

Para hacer un show con la trata, sólo se necesita un par de informantes, mínima investigación y mostrar un desconocimiento disfrazado de interés por el otro, lo maquillan de forma tal que parecería que se hace una labor de conciencia, pero sólo manipulan y confunden a la ciudadanía.