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  • Gerardo Santillán
Las primeras representan un riesgo para la estabilidad social, considera el responsable de la relaciones interinstitucionales de la Iglesia.

La Diócesis de Tlaxcala censuró la aparición de grupos ciudadanos organizados de defensa contra la delincuencia, autonombrados policías comunitarios, ya que representan un riesgo para la estabilidad social; sin embargo, sí ve con buenos ojos la existencia de comités de vecinos vigilantes.

Así lo manifestó el responsable de la relaciones interinstitucionales de la Iglesia católica en la entidad, Ranulfo Rojas Bretón, quien reveló que es en Tlaxcala, Apizaco y  Huamantla donde existen grupos de vecinos vigilantes en colonias y fraccionamientos, que surgieron a la par de la presencia de la Diócesis en el Comité de Participación Ciudadana de la Procuraduría General de la República (PGR).

“Ese es un programa que surgía de la ciudadanía y por la presencia que tenemos en ese Comité es como nos dábamos cuenta de cómo iban surgiendo, pero de ahí a institucionalizarlos como policías, a nosotros se nos hace de riesgo porque son funciones que le tocan a la autoridad”, apuntó.

“No nos toca hacerlo como vecinos, sino lo que debemos hacer es protegernos de manera solidaria, pero no caer en eso porque es un campo diferente”, agregó, tras preguntarle sobre el surgimiento de una policía comunitaria este miércoles en Papalotla.

Rojas Bretón enfatizó que a la policía municipal, estatal o federal le corresponde actuar en lo institucional contra la inseguridad, mientras que la sociedad tiene sus propios canales para no depender siempre de un agente que vigile en una esquina, pero “sin oficializarse en el aspecto policial”.

En otro orden de ideas, Rojas Bretón pidió a la recién designada delegada de la PGR en Tlaxcala, Dolores García Eslava, que de celeridad a las investigaciones en torno al robo de arte sacro, aunque no precisó el número de averiguaciones de ese delito federal que se encuentren en la congeladora.

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