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Tlaxcala, Tlaxcala.- El Tribunal Colegiado del Poder Judicial federal con sede en Cuernavaca, Morelos, resolvió como improcedente el Recurso de Revisión interpuesto por el gobierno del Estado en relación al amparo concedido a la Universidad Autónoma de Tlaxcala respecto a la posesión del edificio conocido como Plaza Bicentenario.
Por lo anterior, el Juzgado Primero de Distrito notificó, el pasado lunes cinco de agosto, al Instituto Estatal de Protección Civil proceder a dar cumplimiento a la ejecutoria de amparo en un plazo de tres días hábiles.
Sin embargo, el rector de la máxima casa de estudios del Estado, Víctor Job Paredes Cuahquentzi, declaró a El Sol de Tlaxcala que la UAT ha perdido interés en la posesión del inmueble, y solo esperaban la resolución judicial a su favor para hacer pública tal decisión universitaria, por lo que, para la UAT, la Plaza Bicentenario es un "caso cerrado".
Paredes Cuahquentzi aseveró que en el asunto judicial, que se llevó tres años, la UAT siempre tuvo la razón, y a pesar del amparo a favor "ya no es del interés de la Universidad tener la posesión del inmueble".
De acuerdo con la última sentencia del Juicio de Amparo 510/2012, el segundo promovido sobre este tema -de la que este Diario posee copia- la Justicia de la Unión ampara y protege a la UAT en contra de los actos reclamados de la autoridad responsable, representada por el director del Instituto Estatal de Protección Civil del Estado de Tlaxcala (IEPC) y, por tanto, el cinco de agosto pasado, por estrados, notificó y requirió a esa dependencia estatal entregar a más tardar en tres días hábiles, es decir, el ocho de agosto, el inmueble a la UAT, situación que a la fecha no ha ocurrido.
Se allanará la UAT del asunto legal
Apenas la semana pasada, el Rector declaró a diversos medios de comunicación que en breve esperaba tener la posesión de la Plaza Bicentenario; sin embargo, ayer expuso que la máxima casa de estudios del estado abandona toda acción legal sobre el asunto.
"Si tenemos que cubrir algún trámite legal más, lo haremos a través de nuestra área jurídica", soltó Paredes Cuahquentzi".
Es más, el Rector agregó que, con esta determinación, "ya puede seguirse la conclusión de la obra para beneficio de la sociedad tlaxcalteca, a la que bien le hacen falta espacios públicos donde se difunda la cultura, el arte y lo que conlleva al crecimiento del ser humano".
-¿La UAT queda satisfecha del resultado legal?
-"La satisfacción total para la institución hubiese sido tener el espacio y contribuir (a la cultura) con la Plaza Bicentenario, pero dadas las circunstancias y una vez confirmado que la UAT tiene la razón, vemos que es pertinente en este momento dejar lo legal y comentar que no es de interés la posesión del inmueble".
Eso sí, tras la determinación anunciada durante la entrevista, Paredes Cuahquentzi conminó a la sociedad tlaxcalteca a pedir al gobierno estatal que se concluya a la brevedad la construcción de ese inmueble, originalmente destinado a la cultura y el arte, pues ésta "necesita de espacios culturales".
"Una sociedad se desarrolla cuando se tiene la expresión de la cultura en cualquier momento y este es el momento propicio de que la sociedad tlaxcalteca goce de espacios públicos destinados especialmente para la cultura", anotó.
'Experiencia', principal legado del litigio
Evidentemente sereno por el resultado del litigio legal, que -dijo- en todas sus etapas favoreció a la UAT, el funcionario educativo afirmó que la 'experiencia' es el mejor dividendo obtenido durante tres años de combate jurídico.
"Nos asiste en este momento la razón y finalmente sabemos tener y ver en qué momento realizar acciones o no. Lo más importante es saber que otros actores pueden seguir contribuyendo al desarrollo de la sociedad tlaxcalteca a través del uso de la Plaza Bicentenario", observó.
Expuso además que con la decisión tomada la víspera, la UAT deja en claro que no fue producto de la obstinación el querer tener bajo su tutela a la Plaza Bicentenario, sino el interés por abonar al crecimiento cultural en el estado.
A la par, consideró que con la puesta en marcha del Centro Cultural Universitario en fechas recientes, la UAT tiene suficiente y de sobra para convertirlo en un espacio propicio para estos fines, lo que hubiera sucedido con la Plaza Bicentenario, pero ésta la dejamos totalmente en manos del gobierno estatal.
El asunto ya era añejo y pudo llevarse otros tres años más
Con la determinación revelada ayer por la UAT, se cierra en definitiva uno de los capítulos más polémicos entre el actual gobierno que encabeza Mariano González Zarur y la UAT, calificada como bastión orticista.
De no haberse concluido de esta manera, el pleito legal, iniciado a finales de diciembre de 2010, pudo continuar por varios años más.
Y es que, desde el dos de marzo de 2011, el Instituto Estatal de Protección Civil acordonó y clausuró la construcción del edificio, porque el gobierno estatal sometería a revisión la situación legal del inmueble.
En esas fechas, Mariano González Zarur informó que sometería a revisión la situación legal del edificio, criticó el proceso de comodato que celebraron los hermanos Ortiz Ortiz, y la Consejería Jurídica del gobierno estatal comentó que no se pueden otorgar comodatos con inmuebles sin estar edificados.
Ya para el 25 de enero de este año, el amparo concedido a la UAT fue impugnado por el gobierno estatal y, tras ello, sometido nuevamente al escrutinio del Juzgado de Distrito, donde el primero de agosto del 2013 el Tribunal Colegiado en Tlaxcala notificó por estrados a las partes interesadas que daba razón a la Universidad Autónoma de Tlaxcala.
El acuerdo fue notificado al Instituto de Protección Civil el lunes cinco de agosto de 2013, donde le dan tres días hábiles para el cumplimiento de la ejecutoria de amparo, lo que significa que el ocho de agosto feneció el plazo otorgado, sin que se ejecutara la determinación judicial.
La UAT, tras recibir la notificación del juzgado federal, en el sentido de que es legal la posesión de la Plaza Bicentenario, decidió de manera unilateral no continuar el pleito legal contra el actual gobierno del Estado.