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  • Juan Vázquez
Habitantes de la comunidad de El Capulín se quejan del desabasto del vital de agua luego que Juan Armenta cortara un tubo.

Terrenate, Tlaxcala.- Los daños ocasionados a la línea de conducción de agua rodada en la comunidad de los Ámeles  y  que  beneficia  a  más de 150 usuarios de la población de El Capulín, ambas pertenecientes al municipio de Terrenate, tiende a salirse de control.

Luego de las arbitrariedades mostradas por Juan Armenta García,  propietario de un rancho en esta  zona, a quien la población señala como principal responsable del desabasto del vital líquido ocasionado por el corte de la tubería para desviar el suministro a una cisterna particular para consumo de ganado.

Los hechos han generado tal inconformidad por la escasez de agua en sus domicilios desde hace más de tres meses, quienes  entre otras cosas, amagaron con tomar las instalaciones de la presidencia municipal.

La crispación llegó a su más alto nivel, luego de que el ranchero averiara intencionalmente la línea de conducción. Suspendiendo definitivamente el paso del vital líquido cortando el tubo de PVC con pulgada y media de diámetro, justo en los terrenos su propiedad; 150 metros por donde pasa la tubería.

Ocasionando adicionalmente daños al pavimento de la carretera Los Ámeles-El Capulín con el propósito de conectar una toma individual del servicio.

Mientras tanto, los inconformes con documentos en mano  sostienen ser usuarios de este servicio   desde hace más de 38 años, gracias a los permisos oficiales otorgados  bajo la concesión número 04TLX101617/18HMDL09, de fecha 21 de enero de 2009, a favor del municipio de Terrenate, Tlaxcala, a fin de  explotar y usar aguas superficiales.

Por otro lado, y  tras haber sostenido reuniones con antelación en las oficinas en Tlaxcala de la Conagua, la consideración emitida fue en el sentido de que habrán de ser las autoridades municipales quienes tienen en su manos la decisión de lograr un acuerdo y dar por concluido el problema.

Sin embargo,   los más de 200  inconformes acusaron la falta de voluntad del presidente municipal, Martín Rivera Barrios  en virtud del desinterés mostrado y evitar a toda costa comparecer en las asambleas y  solucionar el conflicto.

De igual manera, los representantes del servicio de agua coincidieron que existe una  probable complicidad  por parte de funcionarios federales, toda vez que en las asambleas,  Armenta García siempre ha presumido ser compadre del delegado estatal, Salvador Domínguez Sánchez, razón por la cual que se considera impune a la legalidad.

Éste último quien negó lo anterior, en cambio declaró, “vamos a poner orden;  llegar a la sensatez y a la prudencia. Ya hemos platicado varias veces con los de los Ámeles y  con los del Capulín”.

La verdad es que en esta zona  en los últimos diez años el nivel del agua ha bajado dos metros, por lo tanto los pozos requieren de mantenimiento y demás. Y, sinceramente, “el futuro no ha alcanzado”, puntualizó.

Domínguez Sánchez arribó este martes a la comunidad de Los Ámeles, luego de una demora por más de cuatro horas. Mientras tanto, durante en el desarrollo de la asamblea presidida por los presidentes de comunidad de ambos lugares, técnicos de Conagua y comités de agua,  los ánimos por poco y se salen de control, ya que a punto estuvieron de salir a  golpes.

Cabe hacer mención que la línea de conducción de agua rodada, constituye una longitud aproximada de cinco kilómetros, la cual se origina desde la principal fuente de abastecimiento del vital líquido, conocido como “Las Sabinas”, hasta el núcleo poblacional de El Capulín, donde se asientan  alrededor de unas 150 cabezas de familia, precisó el presidente de comunidad de este lugar, Rigoberto Briones Hernández.

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