• Salud
Para máxima efectividad, el examen debe hacerse al tercer día de vida.

La aplicación de las pruebas de Tamiz Neonatal a niñas y niños que nacen en unidades hospitalarias del ISSSTE, permiten evitar daño neurológico y retraso sicomotor, mediante la detección oportuna de cinco enfermedades que pueden ocasionarlo y la prescripción de tratamiento inmediato.

Las pruebas de Tamiz Neonatal son una herramienta que sirve para detectar recién nacidos portadores de alguna enfermedad endocrina, infecciosa o errores del metabolismo antes de que la enfermedad se manifieste clínicamente, y prevenir con tratamiento oportuno alguna discapacidad física, mental o la muerte.

Unas gotitas de sangre extraídas del talón del pie del bebé, al tercer día de nacido, son suficientes para realizar seis pruebas de detección de cinco enfermedades que pueden dañar las funciones cerebrales: Hipotiroidismo Congénito, Fenilcetonuria, Hiperplasia Suprarrenal, Deficiencia de Biotinidasa y Galactosemia.

En caso de detectar la presencia de alguna de estas patologías en un bebé, existen tratamientos y medidas terapéuticas que, iniciadas en las primeras semanas de vida, permiten proteger contra potenciales daños irreversibles su sistema neurológico y garantizarles el derecho a llevar una vida normal.

Cuando los pacientes no reciben tratamiento en las primeras semanas de vida, pueden presentar retraso sicomotor de leve a severo que se manifiesta en incapacidad variable para caminar o sentarse y para relacionarse socialmente.

El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), recomienda a los padres derechohabientes y a la población abierta, llevar a sus bebés al tercer día de nacidos al Servicio de Medicina Preventiva del hospital que les corresponda y solicitar se les apliquen las pruebas de Tamiz Neonatal.

 En 2014, un total de 35 mil 992 niños que nacieron en los hospitales del Instituto fueron sometidos a estos exámenes, es decir, 98% del total.

Es importante que los padres estén al pendiente de solicitar los servicios entre el tercer y quinto día del nacimiento, ya que en los dos primeros días, el examen no da resultados seguros, y después de este periodo la posibilidad de evitar los efectos nocivos de dichas enfermedades, se reduce.