• Salud
  • Emilio Piedras
Aunque la titularidad recae en manos de Alberto Jonguitud, el resto de los mandos siguen en manos de quienes la han desmantelado.

El rompimiento entre  Mariano González Zarur y el gobernador, Marco Mena Rodríguez era inevitable y como consecuencia se dieron de baja a la mayoría de los titulares de las dependencias, generando molestias en un principio a los seguidores del gobierno autoritario de los “zapes y golpes en la mesa”, no obstante, en casos concretos como la Secretaría de Salud (SESA) no ha habido un cambio en el resto de los mandos, permitiendo la continuidad en la precariedad de los servicios de salud a la población.

La SESA no se la entregaron a la dirigente de la sección 27 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA) y de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), además de secretaria general del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Blanca Águila Lima, sin embargo, las condiciones que imperan en los nosocomios de salud no tienen la pinta de cambiar con el nuevo gobierno, según refirieron a este medio trabajadores del sector salud.

Personal entrevistado en el Hospital Regional de Apizaco que pidieron fuera omitido su nombre por temor a represalias, mencionaron a este medio que las precariedades continúan al igual que en el Hospital General de Tlaxcala, en donde las paredes ya tienen hongos por la humedad y la falta de las herramientas más indispensables para atender a los tlaxcaltecas, además de que no hay medicamentos para suministrar a la población.

En los primeros días de este gobierno y después de que se diera a conocer el nombre del actual titular de la SESA, en las oficinas de las jurisdicciones sanitarias se escuchaba el rumor de cambios que generarían beneficios importantes para el estado, dejando a un lado el abandono que tuvo la salud en el gobierno de Mariano González, sin embargo, el personal que labora en diferentes áreas se sigue quejando de los mismos atracos por parte de los personajes enquistados en posiciones importantes del OPD Salud de Tlaxcala.

El abandono es notorio e incluso en los principales nosocomios del estado, en los fines de semana no hay médicos titulados que se hagan cargo de las emergencias que se suscitan, mientras que la dirigente del SNTSA está más preocupada por la elección que se avecina en su sindicato, buscando retener este coto de poder que le ha servido para presionar lo mismo al entonces gobernador Héctor Ortiz que a Mariano González y ahora a Marco Mena.

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