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De la mano de su mentor, la diputada federal Anabel Alvarado Varela llegará como titular de la Secretaría de Gobernación (Segob) para ocupar el espacio que dejó Florentino Domínguez después de que el ex diputado local anunciara que buscará la dirigencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el estado.
Anabel Alvarado arriba a la Segob gracias a la influencia de "su papi", Mariano González Zarur, quien ha sido el impulsor de su carrera política desde que inició siendo su secretaria particular en el Comité Directivo Estatal (CDE) tricolor hace 17 años.
Después el ex gobernador la llevó al Senado de la República, en donde pudo cosechar importantes relaciones a nivel nacional, incluso se le vínculo de manera sentimental con el ex senador de Michoacán, Ascensión Orihuela Barcenas, mejor conocido como "Chon Orihuela", quien en la elección pasada al gobierno de su estado participó como candidato del PRI.
Gracias a esa amistad Alvarado Varela pudo trabajar de cerca en la administración del entonces gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, en donde permaneció cinco años hasta que nuevamente el criador de redes bravas la llamó para su campaña al gobierno del estado, proceso en el que la todavía diputada federal apoyo a Mariano González en los inicios de las redes sociales.
Una vez que Mariano González ganó la elección gracias al repudio a Héctor Ortiz Ortiz, Alvarado Varela fue designada como secretaria particular del gobernador durante algunos meses, tiempo en el que fue víctima varias veces de gritos y manotazos por parte del hacendado gobernador.
Incluso la relación llegó a complicarse al grado que personal en Palacio de Gobierno asegura que el mandatario golpeó en la cara a Anabel Alvarado, lo que a la postre le valdría la candidatura a la diputación federal y el financiamiento de su campaña para encumbrarla ahora como secretaria de gobierno y en la antesala de la candidatura a la senaduría en 2018.
La próxima titular de gobernación también fue ungida al frente de la CNOP a pesar de que su figura no es muy bien vista por la base priista, en donde no la bajan de "mamona y prepotente", su triunfo en 2015 fue con apenas poco más de 25 mil votos.