- Gobierno
El continuismo del gobierno de Mariano González Zarur se ha consolidado con la recién iniciada administración de Marco Mena Rodríguez, los índices delictivos, las políticas públicas y hasta los mismo errores lo confirman, hoy Tlaxcala crece a un raquítico 1.5 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) y se rezaga en casi 50 por ciento en las metas de generación de empleos de organismo que miden las finanzas de los estados.
La inversión de mil 300 millones de dólares hecha por la armadora de autos de lujo Audi no ha sido aprovechada por el gobierno de Tlaxcala, tanto el anterior como el actual y la entidad está lejana al progreso que experimentaron Aguascalientes o Guanuajuato que de mano de inversiones de firmas automotrices lograron un crecimiento de 8 y 11 por ciento respectivamente, mientras Tlaxcala tuvo que conformarse con sólo el 1.5 por ciento.
De acuerdo con la organización “¿México Cómo vamos?”, Tlaxcala debía de crear alrededor de 12 mil 300 empleos formales, y los registros marcan poco más de seis mil 700, es decir, un déficit cercano a 50%.
El estancamiento de la economía en el estado lleva prácticamente dos años, ya que desde el segundo trimestre del 2015 los números no han sido alentadores, además de que la entidad no es bien calificada por otro tipo de organismos como el Banco Mundial que en el “Doing Bussines 2016”, señala a Tlaxcala como la última en el tema de cumplimiento de contratos, hecho que espanta a los inversionistas.
Un aspecto más es el Índice de Calidad de los Procesos Judiciales, puntuación que toma en cuenta las buenas prácticas en materia mercantil a nivel internacional, es de 6.5 en la entidad, cuando el promedio que señala la OCDE, es de 11 puntos.
Aunado a que la inseguridad ha ido creciendo de manera constante, lo que ha prendido los •focos rojos” en organismos como la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) y la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP).
En los últimos días, se han percibido un importante incremento del robo a autotransporte y de manera general, lo que no genera un clima de certidumbre para las empresas que pudieran invertir en Tlaxcala, lo que en consecuencia se traduce en desempleo.
Mientras tanto el gobierno de Marco Mena tal y como lo hizo el de su antecesor, se mantiene inactivo y sin dar resultados en materia de seguridad, los índices económicos podrían verse afectados, mientras la gobernabilidad parece ser un activo que al paso de los días se va desgastando.