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A la par de que se dio a conocer el maltrato de una mujer a menores de edad sucedieron ejecuciones en los municipios de Apizaco y Nativitas, hasta el momento no hay resultados

El día de ayer el nuevo procurador, Aarón Pérez Carro se estrenó en el cargo como un funcionario eficiente al dar a conocer la detención de la niñera que maltrató a dos menores de edad en el municipio de Yauhquemehcan y generar un circo mediático para que la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) sea vista como una institución que en 15 días pudo integrar una averiguación, dar la orden de aprehensión y detener a la imputada.

Mientras la PGJE actuó rápidamente y en menos de 15 días logró hacer las investigaciones, ubicar a la peligrosa niñera y detenerla, casos que presentaron a la par del de la mujer maltratadora no tienen los mismos resultados, aun cuando el delito es mayor y representa un mayor riesgo para los tlaxcaltecas el que sujetos implicados en ejecuciones anden en libertad.

La ejecución al estilo del narco que aconteció el pasado 2 de marzo en el centro de Apizaco que dejó dos personas muertas, así como el asesinato de tres sujetos el 6 de marzo en Nativitas, siguen en la impunidad, en tanto los ejecutores se encuentran en libertad y con la opción de volver a realizar un homicidio.

Y es que el caso de la niñera maltratadora se viralizo en las redes sociales y fue retomado por medios nacionales e internacionales, lo que indignó a miles de personas y puso a la PGJE a trabajar más en este expediente que en los que enlutecieron a cinco familias tlaxcaltecas en la misma semana que se dieron a conocer los videos de la cuidadora de menores.

La PGJE dio prioridad al asunto mediático que causó la niñera golpeadora antes que la averiguación de ejecuciones que son cada vez más frecuentes en la entidad y que siguen sin resolverse.

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