- Tlaxcala
Tras una campaña electoral intensa con señalamientos y una abierta operación de la administración estatal en favor de los candidatos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y luego de menospreciar a los legisladores federales en más de 20 meses como gobernador, Marco Antonio Mena Rodríguez se reunirá con el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Antes, el futuro mandatario del país sostendrá un encuentro con los senadores, diputados federales y locales, todos ellos en su mayoría de la coalición que encabezó el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) en una alianza con el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Encuentro Social (PES).
El acuerdo entre el próximo presidente de la República y el titular del Poder Ejecutivo en Tlaxcala derivó en una reunión que se llevará a cabo el día de hoy alrededor de las 12:30 horas en el Palacio de Gobierno, en donde seguramente se generarán acuerdos para trabajar de manera conjunta entre los representantes federales y el gobierno local en beneficio de los tlaxcaltecas.
Ayer fue el primer acercamiento formal en la Ciudad de México entre Marco Mena y la futura secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero, así como con Zoe Robledo Aburto y Lorena Cuéllar Cisneros, quienes fungirán a partir del 1 de diciembre como sub secretario de gobierno y coordinadora de los programas federales de manera respectiva.
Hoy el gobernador tendrá que reunirse con quienes ahora controlan el presupuesto estatal y federal que son fundamentales para la aplicación de los recursos públicos en los rubros que conforman el gobierno estatal, siendo acompañado únicamente por la diputada local “priísta”, Zonia Montiel Candaneda, quien en realidad ha fungido como “orticista”.
Hace un año días antes de que se discutiera el presupuesto del ejercicio 2018, los diputados federales de su partido recibieron una llamada por parte del gobernador en la que se dio la orden de votar por el Presupuesto de Egresos de la Federación y les sería arrebatada la bolsa de 20 millones de pesos para obras que año con año se les otorgaba a los legisladores en San Lázaro.
Hoy la realidad es diferentes y sin aliados, el titular del Ejecutivo recibirá a la oposición a tres años de que deje la administración estatal en una sucesión adelantada que le resta poder a quien llegó a ocupar el lugar de su ex jefe político, Mariano González Zarur.
Las ordenes o instrucciones como jefe máximo en la entidad ahora cambiarán por negociaciones con sus adversarios para sentarse a discutir temas que confieren al estado y pasar de manera tenue este gobierno que fue recortado en más de un año y que concluirá en 2021 con un Congreso local en contra.