- Política
Los tlaxcaltecas no pudieron ocultar su rechazo hacia el PRI y los partidos que se aliaron a los priistas en los pasados comicios donde enfrentaron una dolorosa derrota.
Fue desde antes de la llegada de Andrés Manuel López Obrador al mitin en el zócalo capitalino que el coordinador del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) en Tlaxcala, Joel Molina Ramírez, mencionó a los dirigentes partidistas presentes y la molestia comenzó cuando nombró al dirigente estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Manuel Cambrón Soria, a quien lo abuchearon e incluso alguno lo llamaron traidor.
Desde ese momento los chiflidos aumentaron y cuando pronunciaron al Partido Revolucionario Institucional (PRI), nuevamente la multitud arremetió contra el partido que gobierna Tlaxcala, los mismo hicieron pero con menor intensidad cuando hablaron del Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Nueva Alianza (PANAL) y demás secuaces de quien consideran la mafia del poder.
Ya en pleno discurso de López Obrador, el tabasqueño dijo que había sostenido una reunión con Marco Mena y fue ahí que nuevamente surgieron los chiflidos y la consigna de “fuera el PRI” en por lo menos tres ocasiones.
Mientras los líderes de la mafia de poder recibieron chiflidos y mentadas de madre, los diputados locales de los partidos aliados de MORENA como el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Encuentro Social (PES), se quedaron fuera del evento nuevamente víctimas de una mala organización o por una instrucción desde la dirigencia estatal del partido de la cuarta transformación del país.