• Viral
  • RMVA
Lo más destacado de los espectáculos en México y en el Mundo

¿Hay algo peor que encontrarse con una araña gigante? Si, encontrarse muchos arácnidos de enorme tamaño. Eso básicamente pasó en Australia, en un hecho que tiene desconcertados a los científicos.

Según informó la organización Bush Heritage Australia, un grupo de trabajadores de la Reserva Natural de Monjebup llevan un largo tiempo trabajando en repoblar con nuevos árboles la zona, algo vital para las especies que habitan el lugar.

Una de estas son las zarigüeyas pigmeas, las cuales todavía no pueden anidar porque los troncos de los nuevos árboles no tienen suficiente grosor, por lo que armaron unos cajones para que estos animales puedan reproducirse.

Intrusos

Sin embargo, para sorpresa de los especialistas, al ir a revisarlas en una inspección, se dieron cuenta que no solamente estaban viviendo allí los dueños de casa, sino que también unos espeluznantes intrusos: arañas Huntsman.

Estos arácnidos, también conocidos como arañas cangrejos gigantes o arañas de la madera, las cuales pueden llegar a medir 15 centímetros y quienes también viven en los troncos, por lo que padecieron el mismo problema que las zarigüeyas, así que llegaron a habitar allí.

Y las imágenes dadas a conocer por Bush Heritage Australia dan cuenta de la gran cantidad de estos arácnidos que llegaron a vivir en los cajones, hecho que llamó la atención de los especialistas, quienes determinaron que habitaban dos tipos de arañas del género Delena: la D. lapidicola y la D. cancerides.

"Ambas especies muestran tolerancia extrema entre ellas, lo cual es inusual para las arañas, incluso para las sociales. La investigación indica que esta convivencia se relaciona con la disponibilidad de retiros y que la tolerancia extrema conduce a la capacidad de compartir este recurso escaso. Los miembros más grandes de un grupo incluso compartirá alimentos con miembros más pequeños", explicó al respecto una investigación llevada a cabo por la Universidad de Cornell.

De esta manera, según informa el Science Alert, como los hábitats disponibles en la reserva son escasos, las arañas se encuentran trabajando en conjunto, compartiendo recursos y dándole a cada una de las que viven allí la oportunidad de crecer y fortalecerse.