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El diputado Víctor Castro censuró que el mandatario presuma resultados cuando su lista de pendientes es enorme

Marco Antonio Mena Rodríguez debe decir si seguirá mal gobernando el estado o si se convertirá en jefe de campaña de la alianza antinatura que pretende conformar el PRI, PAN, PRD, PAC y el PS, porque resulta grotesco que haya aprovechado su Cuarto Informe para desacreditar al gobierno federal del presidente López Obrador y la Cuarta Transformación, cuando tiene serios pendientes en materia de seguridad, combate a la corrupción y sobre todo un gran déficit de atención a los tlaxcaltecas.

Lo anterior lo aseguró el diputado morenista y presidente de la Comisión de Salud del Congreso del Estado, Víctor Castro López, quien acusó a Marco Mena de ser un mandatario ausente e intermitente que si bien ha tenido un manejo adecuado de la pandemia del Covid-19 y de mitigación de la crisis económica, lo cierto es que el gobernador no puede asumirse como una autoridad responsable, seria y con resultados cuando hay evidencias que lo dejan muy mal parado.

Agregó que hay homicidios dolosos sin resolver y múltiples casos de jóvenes desaparecidas cuyas familias no encuentran consuelo ni ayuda por parte de las autoridades estatales. No puede hablar de seriedad cuando ha hecho todo lo posible por frenar la creación de la Fiscalía General del Estado y cuando hace inoperante el Sistema Estatal Anticorrupción de Tlaxcala.

Castro López lamentó que el gobernador se asuma como vigilante de las instituciones y del desarrollo del proceso electoral cuando ha permitido que funcionarios estatales como Florentino Domínguez Ordoñez, secretario de Educación Pública, utilice la dependencia para promocionarse como un aspirante del PRI al gobierno y que al mismo tiempo solape que la alcaldesa capitalina Anabell Ávalos Zempoalteca tenga convertido el ayuntamiento en un centro de operación para su precampaña hacia a la gubernatura.

Marco Mena fue el que utilizó en el mensaje de su Cuarto Informe que ofreció el viernes pasado la retórica para convencer que en Tlaxcala no existen problemas graves, pero se equivoca porque cualquiera que puede señalar los atrasos, complicaciones, obras mal planeadas y las omisiones de las autoridades, apuntó el diputado local.

El mandatario, añadió, no habla de lo inviable que resultó la modernización del estadio Tlahuicole que no ha generado ningún beneficio, tampoco quiere que le recuerden sus fracasos como la recuperación de la Plaza Bicentenario y el grave conflicto legal que existe con una empresa que implicará un daño millonario para las arcas estatales cuando se pierda el caso relacionado con la fallida construcción de la Central de Abastos, problema que prevalece desde la administración del panista Héctor Ortiz.

Finalmente, sostuvo que si Mena Rodríguez quiere dejar de ser un gobernador intermitente para convertirse en un aguerrido jefe de campaña de la alianza del PRI, PAN, PRD, PAC y el PS, entonces debería separarse del cargo y dedicarse a las labores proselitistas porque su trabajo como mandatario es pobre y limitado, porque se le olvida que su partido y sus ahora aliados son los responsables de los enormes atrasos y la enorme corrupción que prevalece en el país y en Tlaxcala.

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