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Hablar de las predicciones de Los Simpson ya implica, en cierto modo, hasta entrar en pánico. Y es que ya hemos perdido la cuenta de la cantidad de situaciones que presentaron en los episodios y luego se cumplieron en la realidad. El detalle es que la que corresponde a 2021 es escalofriante.

Ya no sorprende y hasta estamos acostumbrados, pero -hay que decirlo- no dejan de asombrarnos. La capacidad de Los Simpson para leer el futuro y predecir en sus episodios lo que ocurrirá tiempo después en la realidad no tiene límites. Y luego de que en 2020 se hayan cumplido predicciones como la del virus oriental que se convirtió en pandemia, el 2021 tiene las suyas.

Desconocemos si es algún pacto con una entidad sobrenatural, si cuentan Matt Groening y los guionistas con una bola de cristal o si consiguieron el DeLorean del Doc Brown y Marty McFly -de Volver al Futuro- para viajar en el tiempo. O quizás cuentan simplemente con un don. Pero cuando se habla de las predicciones de Los Simpson, es imposible no hacerlo seriamente.

Lo que viene

A juzgar por lo que mostraron los episodios de los vecinos más famosos de Springfield; lo que ocurrirá en este 2021 no asoma como nada alentador; aunque -vale decirlo- siempre con una óptica irónica y satírica; una de las características de Los Simpson.

20 de enero apocalíptico

En el último especial de La Casita del Horror, presentado el pasado mes de octubre y en coincidencia con Halloween de 2020, encontramos una distopía que tiene su origen el día en que Homero se quedó dormido y no participó de las elecciones presidenciales estadounidenses. Este futuro poco alentador que se vio en el especial esta situado en el 20 de enero de 2021.

Justamente es el 20 de enero la fecha en que el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, debe asumir en reemplazo de Donald Trump. Y el Springfield que nos muestra el capítulo tiene tintes apocalípticos; con un Homero sitiado en su vivienda y sentado en el techo, con una precaria armadura para protegerse,

A la escena la completan un robot que patea a Juan Topo y una ciudad en llamas, con robots y otras máquinas programadas para destruir todo lo que crucen a su paso. Por supuesto, en las escenas no faltan los tapabocas recomendados en medio de la pandemia de coronavirus.