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  • Pedro Sierra
A pesar de que el proceso electoral se encuentra en la etapa de campaña electoral, la Sefoa se encuentra entregando paquetes de aves de traspatio y otros programas para favorecer a la candidata oficialista

Recurriendo a las arcaicas prácticas que caracterizaron al partido que gobierno la entidad, la Secretaría de Fomento Agropecuario (Sefoa) de la administración local, se encuentra entregando diversos apoyos a la población, lo que podría implicar un acto que vulnera la legalidad y que sería netamente con la intención de coaccionar el voto de quienes saldrán a ejercer su derecho a sufragar el próximo 6 de junio.

Este martes, funcionarios de esta dependencia del gobierno menista fueron sorprendidos mientras se encontraban en un supuesto delito electoral en la explanada de la población de Texoloc, lugar en donde había una importante fila de beneficiarios de la entrega de aves de traspatio, mostrando que el gobierno priísta recurre a estos programas para traducirlos en votos para la coalición “Unidos por Tlaxcala” que lleva a la cabeza a la priísta, Anabell Ávalos Zempoalteca.

De acuerdo con la Ley General en Materia de Delitos Electorales en su capítulo 11 Bis, refiere que habrá una sanción de 500 a mil días de multa y de entre 4 y 9 años de prisión a quien utiliza programas o recursos públicos durante el proceso electoral para posicionar ante el electorado a un partido político o candidatos.

Por lo que el gobierno del estado, podría estar incurriendo en un delito en el que el responsable directo sería el servidor público a cargo de la entrega de este tipo de apoyos y sus jefes en jerarquía, lo que incluso estaría implicando al mismo gobernador, Marco Mena Rodríguez como jefe del Poder Ejecutivo.

A estos se suma los comentarios entre personal que labora en diferentes áreas del gobierno local, que aseguran que han sido obligados a asistir a los eventos que forman parte de la campaña de Anabell Ávalos, ya que de no hacerlo y llevar familiares o amigos, serían retirados de la nómina de la administración priísta.

A nivel federal se legisló para que los delitos electorales fueran calificados como graves, por lo que los funcionarios que incurran pensando que las cosas son como antes, se podrían llevar una sorpresa, ya que ahora será difícil que nuevamente se atrevan a realizar un fraude como el que se presume que llevó a la silla la hoy inquilino de Palacio de Gobierno.

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