- Ciudad
Mientras el presidente municipal de Tlaxcala, el morenista Jorge Corichi Fragoso, sigue jugando al estratega en materia de seguridad, porque hasta ahora ninguna de sus acciones que ha emprendido su tibia administración ha funcionado, anoche fue atracado un domicilio con lujo de violencia sin que la policía mostrara capacidad para prevenir o detener a los maleantes.
De acuerdo con el reporte que se hizo al 911, se sabe que en la calle Antonio Carvajal, Número 5, de la comunidad de Santa María Acuitlapilco, perteneciente al municipio de Tlaxcala, a 100 metros de las instalaciones del Coracyt, cuatro sujetos se brincaron las bardas del domicilio para llevar a cabo un asalto violento.
Una vez que estuvieron al interior del inmueble, procedieron a golpear a las personas que estaban para quitarles sus pertenecías como computadoras, teléfonos celulares y al parecer dinero en efectivo.
En una casa se presume que operaba una constructora. Hasta donde se pudo recabar información, los maleantes viajaban a bordo de vehículo de la marca Volkswagen tipo Polo color gris y huyeron con sentido a la carretera federal Puebla-Tlaxcala.
En el lugar de los hechos fue necesaria la presencia de apoyo médico, ya que los ladrones dejaron un lesionado a un masculino de 70 años de edad que recibió una herida en el brazo.
Hasta abril la estrategia de seguridad en el municipio de Tlaxcala estuvo a cargo del limitado director Francisco Javier Carreto Gámez, porque en mayo el alcalde Jorge Corichi decidió dizque reforzar esa área con dos militares y un policía federal.
Se trata del mayor de infantería retirado del Ejército mexicano, Eduardo Manzano Ramírez como jefe administrativo; del teniente retirado del Ejército, Juan Carlos Miranda Hernández como supervisor de Vialidad y al suboficial de la Secretaría de Seguridad Pública federal, Israel García Jasso, como supervisor de seguridad.
Esos cambios resultaron un nuevo fracaso por la ola de inseguridad sigue creciendo sin que las autoridades capitalinas muestren una efectiva estrategia que garantice la tranquilidad de los habitantes, quienes están cansados de los robos de unidades automotoras, la aparición de cadáveres y de asaltos violentos en viviendas.