- Política
Aunque los mejores tiempo de la exgobernadora de Tlaxcala, Beatriz Paredes Rangel parecen haber pasado, la política con que más cargos de representación pública ha tenido hasta el momento, expresó su interés por participar en la contienda presidencial para 2024 y plantear ser la sucesora de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) con el respaldo de la coalición Va por México, integrada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
La senadora por el tricolor, comentó que es momento que el país sea gobernado por una mujer, por lo que ve que existen posibilidades de que ella pueda ser quien encabece una candidatura de la oposición al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), acompañada incluso del Movimiento Ciudadano.
En la política tlaxcalteca, Beatriz Paredes ha sido una figura clave que ha elegido a quien debe gobernar al menos en las últimas administraciones con excepción de Marco Mena Rodríguez (impuesto por Mariano González), siendo ya un mito el poder que tiene sobre la clase política tlaxcalteca, sobre todo desde el punto de quiebre que significó el 2018.
Incluso la hoy gobernadora, Lorena Cuéllar Cisneros realizó diversos viajes a Brasil cuando Beatriz Paredes era embajadora de México en el país sudamericano, pidiendo su consejo y apoyo, cuando estaba dentro de las filas del Revolucionario Institucional pero también como perredista en su carrera por ser la titular del Poder Ejecutivo.
Aun con todo el poder que en su momento detentó la exgobernadora tras haber sido senadora en varias ocasiones, diputada federal, diputada local, presidenta nacional del PRI, entre otros destacados cargos, parece que la longeva política avecindada por un largo tiempo en Tizatlán, ya tuvo sus mejores épocas.
En Tlaxcala sólo queda un puñado de políticos vetustos que formaron parte de su equipo, por lo que aquellos que llegaron a verla como una candidata para la presidencia de la República en 2006 0 2012, también han caducado políticamente en su mayoría, lo que igualmente pudo haber ocurrido en otras partes del país donde también llegó a tener simpatía.