¡Que querían, que lo mandara a asesinar!
Medio adormilado no daba cuenta de lo que había escuchado; en la radio daban la noticia de la renuncia de la renuncia del ex director del plantel 21 del Cobat, Alejandro Rosete Sosa.
La de la voz era la titular del Colegio de Bachilleres de Tlaxcala (Cobat), Josefina Espinosa Cuéllar, mujer de poca paciencia, de arranques impensables, llena de arrogancia y prepotencia como los nuevos priistas en el poder.
Bueno, eso ocurría en el adelanto de la información, pero al poco rato y al pasar la jota completa que daba cuenta de lo que pasaba y que era el resultado de un escándalo por la postura puritana de un director de lengua larga y cola peor.
La titular del Colegio de Bachilleres de Tlaxcala (Cobat), Josefina Espinosa Cuéllar removió a Alejandro Rosete Sosa, como director del plantel 21 de Ayometla.
Como se recordará este funcionario se refirió de manera denigrante a una alumna que está embarazada.
Hace poco más de un mes, padres de familia de una alumna en estado de gestación denunciaron que Rosete Sosa se refirió a su hija de forma denigrante, por lo que presentaron una queja ante la CEDH.
Exhortó al entonces director del plantel 21 de Ayometla a que se disculpara públicamente, lo cual cumplió.
Sin embargo fue retirado del cargo y al respecto Espinosa Cuéllar dijo que a pesar de las disculpas la Cedht “no trató el asunto como institucional, si no que se fue directamente al plantel”.
Supuestamente eso provocó que la titular del Cobat estuviera imposibilitada para actuar administrativamente contra Rosete Sosa.
Entrevistada ante reporteras y reporteros la priista dijo que “no tengo notificación oficial, ni queja documentada de los padres de familia de los alumnos que padecieron discriminación por parte de ese directivo”.
Reconoció que no cuenta con los elementos para proceder de manera administrativa en contra de Rosete Sosa, por su comportamiento, por lo que éste continúa dentro del subsistema.
La Jornada de Oriente consigna que pese a la insistencia de los comunicadores por conocer dónde fue reubicado este funcionario, Espinosa Cuéllar se negó a informar.
Aunque extraoficialmente se sabe que fue designado como director del plantel número 7 de Buenavista, municipio de Tlaxco.
“Hasta donde tengo conocimiento la CEDH observa a las instituciones y no precisamente directamente a las personas, yo no tengo ningún documento”, insistió la funcionaria.
Explicó que la decisión de remover del cargo de director de ese plantel a Rosete Sosa la tomó con la finalidad de atender “una problemática que afecta la imagen y prestigio del Cobat”.
Al parecer, fue reinstalado en áreas de este subsistema de bachillerato de la entidad.
“Yo removí al director, hay otro responsable en esa institución, es el maestro Luis Corona. Ya tiene como una semana más o menos”.
Interrogada sobre si esta será la única sanción que se le aplique a Rosete Sosa por su actitud, Espinosa Cuéllar dijo que “no tengo un documento que lo señale y los medios de comunicación no son una instancia jurídica o judicial, tampoco tengo un reclamo directo de los padres”.
¡Tampoco lo voy a mandar a asesinar!, esta frase no tiene mayores comentarios, porque revela la clase de arrogancia y peligrosidad de algunas y algunos funcionarios que forman parte de esta administración.
Si bien es cierto que Rosete Sosa no es una blanca paloma, porque así lo ha evidenciado a lo largo de su desarrollo, acompañando a gente extraña en Huamantla y esos tatuajes en todo el cuerpo al estilo “Dragón Rojo”, nos deja sin palabras.

