“Esto es un cochinero”, dijo el dirigente estatal del PAN, Sergio González Hernández quien amenazó con que va a tomar las calles si no se respeta la voluntad del pueblo.
Ver para creer, solo falta que se desgarren las vestiduras.
La violencia en el recuento de los votos se ha generalizado ya en 20 municipios y cinco distritos, pero el fenómeno tiende a crecer si no se toman medidas drásticas para calmar los ánimos.
El cambio de última hora para que el Ejército Mexicano no vigilara la papelería electoral ya es una situación muy grave, porque nada garantiza que no pase lo que está pasando.
Elementos de las policías municipales de Apizaco, Chiautempan y Huamantla aseguraron que las condiciones en que trabajan son casi de esclavitud.
Recordamos que los policías municipales y de comunidad fueron acuartelados desde el cinco de julio, para salir en las primeras horas del ocho de julio, sin ninguna clase de incentivo económico y mucho menos la garantía de que al menos les van a llevar alimentos.
Trabajarán en turnos corridos, sin descanso y sin posibilidades de ver a su familia, de ahí el desinterés por cuidar adecuadamente la papelería electoral, ya que una y otra vez aseguraron que esa tarea no es de su incumbencia.
Los resultados saltan a la vista, en Nanacamilpa fue quemado el material electoral de los resultados para alcalde y diputado que arrojó la contienda. Se presume que quienes habrían realizado esa acción están identificados con el PRI.
El caso de Apizaco tiene especial relevancia, debido a que ahora todos quieren el conteo de voto por voto y casilla por casilla, hay que aguantar solo un poco para ver hasta dónde llegan los mapaches.
Quienes se encargan de contar los votos se sorprendieron cuando en Tlaxcala el candigato Morris de Xalapa logró 60 votos libres y sin impugnaciones, mentadas de madre e insultos fueron dejados como recuerdo en las boletas.
En San Pablo del Monte también hay problemas, al igual que en Zacatelco y en los consejos del iet en Tetlatlahuca, Texoloc, Nopalucan Huamantla y El Carmen Tequexquitla.
Además son una veintena de municipios lo que están con problemas y el recuento de los daños puede aumentar en los próximos días.
Este jueves en Nanacamilpa, justo frente a las cenizas de la hoguera donde ardió la paquetería electoral, personal de la PGJE levantaba las indagatorias, bueno llegaron un poco tarde.
Es destacable que en esta elección en particular las sorpresas fueron de un lado a otro, en Huamantla pierde el PRI, lo mismo que en Tlaxcala y en Chiautempan, aparte las que se sumen, el barco se fue a pique.
El primer animalejo en abandonar la nave tricolor fue el tal delegado nacional Manuel Cavazos Lerma, quien ni por la silla, ni el sombrero volvió, se fue con la cola entre las patas, sin asumir su responsabilidad.
En fin que esta semana de tormenta electoral ya llega a su fin, hay que ver hasta dónde llega el agua al río y lo deseable es que el Ejército Mexicano hiciera acto de presencia, aunque sea solo para vigilar.
Porque el día de las elecciones se noto que había gente extraña a Tlaxcala, en su forma de hablar, de vestir y de actuar, se juntaron con los operadores políticos y hay hasta quien afirma que gente extraña encabezó las quemas de papelería.
La pregunta es, ¿quién o qué poderosa fuerza dobló a varios de los candidatos más aguerridos?, si tomamos en cuenta que días antes de la elección los tigres se volvieron mansos gatitos, será la mano negra o la Cosa Nostra… LOS VOLVIERON LEONES SIN MELENA.

