• Adriana Dávila Fernández
El pensador mexicano e ideólogo del Partido Acción Nacional ...

El pensador mexicano e ideólogo del Partido Acción Nacional –al igual que muchos ciudadanos-, Carlos Castillo Peraza estaba convencido de que el bien común es la suma de fines individuales a favor de la sociedad, cada uno eslabonado,  en una circunstancia determinada.  Por eso mismo, la búsqueda del bien común no es el resultado de conflictos particulares.

Castillo Peraza, a su vez, tenía plena convicción en que la fuerza de la democracia no debilita, más bien une propósitos; la democracia no divide a los demócratas, los fortalece cuando hay coherencia entre lo que se dice, se piensa y se hace, bajo un riguroso cumplimiento de las reglas.

El pasado 16 de marzo, el Partido Acción Nacional inició su XVII Asamblea Nacional Extraordinaria para reformar sus Estatutos.  En aquella ocasión, a propuesta de mi colega Javier Corral Jurado, se aprobó dar el poder al militante, para que, por sufragio libre, personal y directo, tenga derecho a elegir a sus dirigencias nacional, estatal y municipales.  Los panistas estuvimos a favor de este mecanismo de participación directa y democrática.

Es preciso recordar que dicha Asamblea se suspendió por falta de quórum y se conformó una Comisión Especial para Armonizar los Estatutos, a efecto de trabajar en el resto del articulado para hacerlo congruente entre sí y evitar contradicciones.  Ese fue el mandato de entonces.

Después de varios meses se pudo concluir la Asamblea, en la que se aprobó la reforma a nuestros Estatutos, en un proceso que demostró poca sensibilidad en la conducción de los trabajos, ante las manifestaciones en contra de los asambleístas que demandaban ser tomados en cuenta.

La propuesta de armonización creó una Comisión Permanente, que aumenta la burocracia interna, limita las facultades y capacidad de decisión del Consejo Nacional, Comité Ejecutivo Nacional y de los Comités Directivos Estatales y Municipales. Tiene atribuciones discrecionales que, necesariamente, incidirán de manera directa en las decisiones de los militantes, sobre todo en lo que a designaciones de candidatos se refiere.
Esta reforma nos coloca ante una modificación sustancial de los Estatutos.  La Comisión Especial de Armonización fue creada para cumplir con el mandato de armonizar, no para crear órganos adicionales.  

Se argumentó que se trata de  “…un contrapeso al CEN, para evitar el “poder absoluto” concentrado en un Comité que pudiera ser excluyente de las diferentes expresiones del Partido; se impulsa la gobernabilidad”.  La gobernabilidad se obtiene con la congruencia en las decisiones en los órganos ejecutivos y de dirección, no con la escisión del órgano mayor que además es origen, como es el caso del Consejo Nacional.  No debemos caer en la simulación democrática de “otorgo el poder al militante”, pero limito su actuación con esa Comisión Permanente, la cual puede cambiar el sentido de las deliberaciones de manera discrecional.

Al votar este punto, muchos asambleístas se manifestaron en contra. Las imágenes difundidas en los medios de comunicación evidencian que no se logró la aprobación de las dos terceras partes, contrario a las declaraciones de quienes se empeñan  en demostrar lo contrario.   El disenso fue  elocuente, así como la falta de sensibilidad para someter a votación;  fue una imposición autoritaria de una minoría.  

Los panistas siempre hemos defendido, con orgullo, el espíritu democrático en la toma de decisiones.  Antes se tomaba en cuenta a los militantes para recoger el sentir de la mayoría y, en caso de duda, contar y recontar los votos para evitar  la sospecha.

Sin duda alguna, el dar a los militantes el derecho a elegir a sus dirigencias nacional, estatales y municipales es  positivo. Reitero que los panistas estuvimos a favor de esta práctica democrática. Lo que no es válido es que se haya querido sorprender a la militancia con la creación de una Comisión Permanente cuyas atribuciones debilitan a los órganos directivos existentes. ¿Es esto democracia interna? ¿Es así como podemos exigir democracia hacia afuera? ¿Está en duda nuestra democracia?

RECUENTOS

Hace una semana el escándalo fue la “exoneración del hermano incómodo” del ex presidente Carlos Salinas de Gortari.  Ante la liberación del “narco de narcos”, Rafael Caro Quintero, sólo queda pensar que un escándalo noticioso sólo es desviado con un escándalo mayor.