Dentro de las necesidades más apremiantes y tendientes a lograr la obtención de satisfactores necesarios para la sobrevivencia, destaca el trabajo, el cual de ninguna manera se encuentra proporcionado a la totalidad de la población en edad productiva.
De ahí que al no satisfacerse este tipo de requerimiento, surge necesariamente actividades tales como la delincuencia, el trabajo informal, ocasional o incluso, el desempleo absoluto, el cual no solamente es propio de la clase baja, media, o media alta, sino que también comprende a la clase alta.
En la actualidad, no solo atañe a las clases carentes de preparación profesional o técnica; el impacto de la carencia de empleo llega hasta los profesionistas que tienen licenciatura o posgrados como maestrías o doctorados, quienes en otra época implicaba seguridad de una mejor forma de vida, bastaba con tener estudios técnicos y si eran profesionales mejor.
El INEGI, al dar a conocer algunos resultados de su Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) al quinto mes de 2013, el organismo señaló que 70.8% de la desocupación está constituida por personas con estudios de bachillerato y nivel superior, mientras 29.2% corresponde a individuos que no terminaron la secundaria.
De igual manera, de acuerdo a la información proporcionada por la misma dependencia, el estimativo para Tlaxcala de los jóvenes llamados “NINIS” (que ni estudian ni trabajan), de 27 a 28 mil, lo que representa el 2.3% de la población; así lo preciso Beatriz López Rojas directora del sistema estatal de promoción del empleo y desarrollo comunitario (SEPUEDE), según lo dio a conocer el periódico “Síntesis” del día 30 de septiembre del presente año.
Todo esto, nos debe ser suficiente para adquirir conciencia de la situación catastrofista que se puede presentar a muy corto plazo, esto es, en un lustro o tal vez menos.
La atención de este problema debe ser a la brevedad. Es pertinente señalar que es una obligación del gobierno la promoción del desarrollo de las clases más desprotegidas, por la existencia de un plan estatal de desarrollo, en donde se ofreció la creación de fuentes laborales.
El proveer a la sociedad de la seguridad de un empleo conlleva a tener a su alcance, servicios fundamentales como educación, alimentación y vivienda digna, entre otros.
Activar la economía de la región norponiente del estado permitirá la integración productiva de todos los sectores cada vez mayores de la población y un desarrollo incluyente, que permita la reducción de las divisiones económicas, sociales y una mayor participación política de grandes grupos de la sociedad.
Se deben generar empleos sostenibles, esto es posible si las respectivas actividades económicas son competitivas a largo plazo por lo que es necesario un claro aumento de la productividad y una mayor eficiencia, contrario a lo que tenemos.
Por la razones expuestas, debido al reclamo social y por mi condición de represéntate popular, el 15 de noviembre del 2011, propuse la creación de un corredor industrial en la zona norponiente del estado, sin embargo, a casi dos años de ese exhorto, hasta la fecha no tenemos ninguna información para su creación.
Ante tales evidencias y lacerante realidad de la falta de trabajo, la cual no puede ocultarse, es dramático ver como sigue aumentando el desempleo en nuestra entidad.
El problema es grande y su solución necesita de la urgente implementación de estrategias adecuadas, claras y objetivas por parte de los gobiernos de todos los niveles.
Lo he planteado y lo hago de nueva cuenta, la necesidad de instalar un corredor industrial en la región norponiente del estado que beneficie a los municipios de Benito Juárez, Calpulalpan, Nanacamilpa, Sanctorum de Lázaro Cárdenas, Hueyotlipan, Españita, San Lucas Tecopilco y Xaltocan entre otros, es urgente.
Desde luego, reitero el exhorto al Ejecutivo estatal para que instruya a las dependencias necesarias, tendientes a la instalación de ese corredor industrial que permita el desarrollo económico y social de los habitantes de la zona norponiente, confiando que estas palabras serán retomadas por quienes encabezan las políticas en el sector público.
La razón es que la implementación de este nuevo corredor, generaría un fuerte impulso a la economía a través de nuevos empleos, un mayor crecimiento industrial con la incorporación de nuevas empresas, así como mejorar la economía de las familias tlaxcaltecas.
*Integrante de la LX Legislatura local