Aunque en Tlaxcala estamos curados de espanto, porque siempre y sobretodo en política, hay hechos por demás inusitados y aunque algunos preludian cambios a favor de la gente, las más de las veces, han resultado lo contrario, podríamos evaluar todas las acciones de la clase política y arrojaría un gran déficit para el pueblo, sin embargo tenemos la gran oportunidad de revertir lo mismo de siempre, dejando de hacer lo mismo de siempre.
Es evidente que según el artículo 39 de nuestra carta magna, el poder emana del pueblo, por lo que tenemos que ejercer nuestro derecho y el deber de marcar la pauta a nuestros gobernantes, sin embargo necesitamos unidad, inteligencia y decisión para crear una fuerza implacable para que efectivamente nuestros servidores públicos sirvan y sirvan bien, recordemos que cada pueblo tienen el gobierno que merece.
La inercia y somnolencia en la que hemos caído, ha abonado para tener los funcionarios que hemos padecido tantos años, por eso es crucial que seamos capaces de delimitar las funciones de toda la sociedad, porque la sociedad civil tiene toda la posibilidad de impulsar el trabajo que tiene que hacer cada actor de la misma.
Cada quien tiene una tarea que desempeñar y no podemos invadir o pretender hacer lo que no nos corresponde, de tal suerte que, los presidentes de comunidad o municipales tienen la obligación de promover el desarrollo de sus pueblos y municipios; los diputados velar por los intereses del pueblo, el gobierno estatal, distribuir el gasto de manera equitativa y eficaz, para el impulso de todos los rubros del desarrollo social y el pueblo vigilar y hacer que cada una de las autoridades haga lo correcto en beneficio de todos
De modo que, tenemos que constituirnos en contralorías sociales, concejos de comunidad, municipales o estatales y emprender diversas acciones, tendientes a participar en la priorización de obras, así como fiscalizar cada acción que se realice en todos los niveles de gobierno y de esa manera coadyuvar con la autoridad en la distribución y aplicación correcta de los recursos o en su defecto, detectar a malos funcionarios, denunciarlos para que corrijan el rumbo u obligarlos a que renuncien a su puesto si son incapaces de realizar su trabajo.
Así pues conciudadanos, hagamos nuestro trabajo que es el de velar por el buen funcionamiento de nuestro gobierno, sólo de esa manera garantizaremos beneficios para la gente y terminaremos con el saqueo, el subejercicio y la parálisis del desarrollo, tan perjudicial para todo pueblo.
PREGUNTAS DE LA SEMANA:
¿De verdad el bloque opositor que se ha formado al interior del congreso local, será para beneficiar a quienes los eligieron o nuevamente sucederá lo mismo de siempre: al menor ruido de “la canasta del maíz”, correrán con el mejor postor?
¿Se realizará el milagro que cada trienio se espera, de que ahora si los presidentes municipales, trabajen en beneficio de sus pueblos?
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