• Miguel Ángel Meléndez Nava
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El dicho popular reza que “no hay mal que dure cien años, ni enfermo que lo aguante”, esto en relación a los tres años de gobierno del priista Mariano González Zarur, quien desde el inicio  de su mandato ha sido severamente  cuestionado por su estilo personal de gobernar,  por sus constantes enfrentamientos con periodistas, con su antecesor y con todos los que no comulgan con sus ideas, lo  que  ha propiciado que sus bonos político-electorales estén muy bajos en la preferencia de la sociedad tlaxcalteca, pero en estos tres primeros meses del año de la consolidación como el gobernador lo  ha catalogado, las cosas parece que  han ido cambiando y no lo digo con el afán de quedar bien con alguien en especial, sino porque hay obras que si bien no son ostentosas si trascienden en la convivencia de las familias tlaxcaltecas y un ejemplo claro son las obras realizadas en las escalinatas, las fuentes interactivas del parque Guillermo Valle y una serie de obras deportivas  en varios municipios y comunidades del estado, donde los parques recreativos y deportivos han servido para que los jóvenes convivan y se diviertan por medio del deporte, pero quizás lo más importante ha sido el buscar diferentes alternativas que permitan alejar a la juventud del alcoholismo y la drogadicción, adicciones que si no son combatidas a tiempo dan origen al pandillerismo y a la delincuencia que si bien en nuestro estado no tiene prendido los focos rojos, sí es latente su presencia, pues sin el afán de ser protagónico en Huamantla, Apizaco, Zacatelco, Nativitas, San Pablo del Monte y Tlaxcala centro, ya se manifiesta estos problemas sociales, sino nomas dese una vueltecita por la Rivereña, en Acxotla del Rio,  ojalá el gobernador siga implementando la creación de espacios que propicien la unión familiar, pues si usted amable lector se da una vuelta por las mañanas por el parque de la amistad,  las escalinatas, el parque de la juventud,  el Jardín Botánico,   se puede apreciar como niños, jóvenes y familias enteras conviven amenamente, ojalá que estos lugares los cuiden quienes hacen uso de ellos y que las autoridades les den mantenimiento permanente pues muchas de las ocasiones sólo son utilizadas para la foto y luego son olvidadas.

Por cierto, hablando de obras es muy triste ver como se encuentran abandonadas las obras de la Plaza Bicentenario, y la asta Bandera Monumental, dos obras donde se invirtieron millones de pesos y que hoy no se les da ningún uso, la primera construida en el gobierno de Héctor Ortiz y donde según las malas lenguas sólo tenía un fin, terminar el año de Hidalgo, bien forrados, aunque también se dice que las empresas no terminaron la obra con el fin de que una vez que el gobernador dio en comodato la Plaza Bicentenario a la UAT, el negocio seria doble, sólo que con la llegada del gobierno Marianista se dice se cayó el gran negocio, por cierto, al inicio del sexenio varios funcionarios señalaron que en esta obra había varias cosas turbias, pero han pasado tres años y ni la función pública hoy Contraloría del Ejecutivo,  ni la dirección jurídica del gobierno del estado, le han informado a la sociedad tlaxcalteca realmente ¿Cuáles fueron las causas o los desvíos por los que no se terminó la obra, ¿Nunca se llamó a cuentas al ex secretario de SECODUVI y a los empresarios que realizaron la obra? por cierto, se dice que uno de ellos fue Jesús Luevano, quien fue funcionario de la pasada administración.

En cuanto a la asta Monumental, quien pago su construcción fue el ex presidente municipal Pedro Pérez, quien según sus propios amigos, dicen que fue un capricho del controvertido Pedrito, primero; porque el gobierno no lo dejó construirla en  la parte alta de las escalinatas, y segundo; porque al igual que el ex gobernador estaba en el año de Hidalgo y tenía que sacar tajada, aquí lo raro es que al Pedrín, no le han hecho señalamientos concretos ni le han fincado responsabilidades jurídicas de desvíos o de algunas transas, pues el ex presidente priista hasta se ha dado el lujo de hacer ruedas de prensa, para decir que todo estuvo bien, y que todo lo que le señalan sólo es una revancha política, pero mientras  son peras o manzanas el monumento del asta bandera está olvidado y ya con algunas pintas, es triste ver cómo tanto dinero está ahí, cuando en otros estados como Puebla, luce majestuoso nuestro Lábaro Patrio, por cierto en la semana que finalizó algunas personas que seguramente son visitantes se hacían la pregunta ¿ Por qué el gobierno no adquiere una Bandera Nacional, como emblema en una de sus principales entradas a la capital, ¿Qué hace Adolfo Escobar para darle vida a este monumento Nacional? o sólo le importan las fotos para el futuro.

Para terminar, sin duda que este gobierno no ha sido el gobierno de la salud, de la educación o de las carreteras, pero si puede dejar un legado de unidad familiar, pero para ello es necesario que  las diferentes dependencias gubernamentales entiendan que la política y el servicio no deben  ser burocráticos  y mucho menos de prepotencia y altanería, como en la mayoría de oficinas se practica, hoy las diferentes clases sociales le dan un valor al servicio que prestan las diferentes instancias de gobierno, hoy la gente ya no quiere obras majestuosas o elefantes blancos, pero sí un servicio con respeto y amabilidad.

Por último dice el dicho “que lo que se siembra, se cosecha” y Pedro Erazo y Guadalupe Rodríguez, lograron convencer a más de mil burócratas estatales para que votaran en favor de su Planilla Café, que encabezó Francisco Tlapale, hoy el gran reto del nuevo líder será el seguir siendo combativo, pero utilizando el diálogo y la concertación como arma para que la clase trabajadora siga conservando sus prestaciones y sus derechos laborales, ojalá no se antepongan intereses políticos futuristas en esta organización sindical.