De acuerdo con especialistas en el tema, la expresión “bono demográfico” se refiere a un periodo donde la estructura por edades de la población experi¬menta cambios importantes como la reducción del peso de la población infantil y el aumento del peso de la población adulta. Con ello, la proporción de personas en edades potencialmente productivas crece de manera sostenida en relación con la de personas en edades normalmente clasificadas como inactivas.
Al respecto, y en función de datos estadísticos del Consejo Nacional de Población, nuestro país actualmente se encuentra integrado por 32.1% de jóvenes entre los 12 y 29 años de edad. En contraste, de acuerdo al informe "Panorama de la educación 2013" de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), México tiene el tercer porcentaje más alto de jóvenes que ni estudian ni trabajan conocidos como "ninis". Entre los 34 países de dicha organización nos situamos sólo debajo de Turquía e Israel ya que 24.7 por ciento de los jóvenes de 15 a 29 años en 2011 se ubicó como "ninis", fenómeno que prácticamente ha mantenido ese nivel en una década.
La realidad de que uno de cada cuatro de nuestros jóvenes no haga otra cosa durante el día mas que vagar, entretenerse con los amigos o simplemente jugar con dispositivos electrónicos en casa, me hace reflexionar sobre el círculo vicioso en que nuestro país se encuentra inmerso. Alguien que no estudia está destinado a terminar trabajando con sus manos, laborando de albañil, obrero o comerciante en el mejor de los casos, con ingresos escasos y sin mayores oportunidades de éxito laboral.
En el caso de quien no trabaja a pesar de haber terminado una carrera técnica o profesional, su destino por lo general es la informalidad o de plano la emigración a los Estados Unidos de Norteamérica para trabajar como jornalero en el campo o en la ciudad. Los más calificados, entiéndase ciudadanos con doctorado o post doctorado, probablemente serán contratados por la academia o la iniciativa privada quienes reconocen su alto expertise.
La trascendencia de lo anterior estriba en el hecho de que México, la undécima primer economía en el mundo -en función de su PIB-, esté perdiendo, desperdiciando, uno sus mejores momentos en esta etapa postmoderna del siglo XXI. Para tener en claro la idea, imaginemos a un hombre o mujer joven recién egresado de universidad, en plenitud de energía y facultades mentales, quien en lugar de conseguir trabajo o autoemplearse, decide seguir bajo la protección de sus padres sin generar un solo peso de ingreso al hogar ¿acaso no diríamos que está desperdiciando los mejores años de su vida? Porque usted y yo lo sabemos, los años pasan y no se recuperan; los mejores años para desplegar energía, creatividad, los deseos de innovar, se encuentran en nuestra juventud antes que en la vejez.
Lo mismo pasa con los países quienes compiten unos contra otros por atraer inversiones, por sobresalir tecnológica, militar o agronómicamente. Todos los países luchan diariamente por ser autosuficientes, por ser más ricos o poderosos y todo esto lo hacen a través del factor más importante con el que cuenta un Estado: su capital humano, su gente. Y éste es el quid de la cuestión: estamos dejando pasar el momento de oro de nuestra población joven, la estamos desperdiciando, dejándola u orillándola a que se relaje, que duerma de más, o que emigre a otros países que con gusto acogen su gran potencial e iniciativa porque la mayoría de quienes laboran en el extranjero son gente que crece económicamente gracias a su esfuerzo e inventiva dadas las condiciones que su propio país le niega.
¿Seremos una población joven por siempre? No. Lo dicen los especialistas en crecimiento poblacional quienes pronostican que en 2030 seremos una población madura donde habrá un adulto mayor por cada dos jóvenes de entre 12 a 29 años de edad. El tiempo corre inexorablemente, algo estamos haciendo mal para no poder cambiar la falla estructural del fenómeno de los ninis y el desperdicio de nuestro bono demográfico.
Autor: Mtro. Marco Antonio Muñoz Sánchez
Abril de 2014