• Citlali Ortiz Cano
Portal Psicológico

El ser dirigente lo otorga un mandato, viene de fuera hacia dentro de la persona, su motivación es menos intensa que el liderazgo, el líder nace con aptitudes y se forma para serlo, ser dirigente es sencillo de obtener, basta un momento de suerte o un buen amigo para serlo, el líder en cambio se forja.

Al dirigente se le tiene que obedecer, el líder se hace obedecer, con ejemplo, pasión y tesón y se le sigue, el dirigente puede ser incompetente o inepto, el líder es inteligente, capaz, creativo, humano e intenso.

El dirigente confunde liderazgo con autoridad por su incongruencia al actuar, el líder es empático, amoroso e incansable, el dirigente tiene que imponer, el líder propone y es escuchado, al dirigente se le teme, al líder se le ama.

El dirigente es intransigente, el líder es comprensivo, el dirigente ordena y no sabe qué es lo que se tiene que hacer, el líder tiene sabiduría y sabe cómo actuar, el dirigente tiene horarios, para el líder el tiempo no cuenta cuando se trata de conseguir una meta.

El dirigente se rodea de incompetentes para que brille y sus yerros sean festejados, el líder está acompañado  de gente pensante y crítica, que atempera su actuar, el dirigente se pierde en su demagogia y atavismos, el líder mira hacia adelante, en busca de un futuro promisorio para todos, el dirigente es egoísta y obedece a los intereses que le invistieron.

El dirigente es olvidado, el líder trasciende, en fin hay una distancia abismal entre un líder y un dirigente, por lo que estimado lector, ¿qué es Usted?  ¿Líder o dirigente? o ¿qué le gustaría ser? INFORMES Y SUGERENCIAS AL CEL. 0442464591656 ó AL CORREO ELECTRONICO: [email protected], EN FACEBOOK Y TWITTER.