• Reyes Ruiz Peña
La verdad no peca pero……..

 

Lo realizado hasta el día de hoy, en la llamada obra de “reingeniería” en la avenida más importante de la ciudad está dejando mucho que desear, pues conforme avanzan los trabajos, son más evidentes y notorios los errores y falta de planeación que se observan.

 

Por ejemplo: el haber construido las banquetas al nivel del arroyo vehicular es solo una manera de corregir el grave error que se cometió al aplicar el “concreto hidráulico”, a una altura superior a la indicada en este tipo de proyectos -es decir, a mayor altura de las banquetas- lo que obligó a los “ingenieros” o responsables de la obra, a colocar pequeños postes de concreto a lo largo y en los cruceros de la avenida que servirán como “protecciones”, para evitar que los vehículos invadan el arroyo peatonal.

A esto habrá que agregarle el grave riesgo que se corre con las lluvias, pues al no existir altura en las banquetas, el agua podría inundar las casas y negocios de la avenida, considerando sobre todo, que el tubo que se colocó para el drenaje es de 45 pulgadas lo que se considera insuficiente para captar el agua que cae en Apizaco en las temporadas de mayor precipitación pluvial.       

Sin embargo, lo más aberrante e inconcebible es haber mutilado los árboles de la manera que lo hicieron, cuando solo era necesario podar de manera correcta las ramas y así conservar la imagen que proporcionan los principales generadores de oxigeno que son los árboles, y para terminar de una vez por todas con los mismos, se están colocando bases de cemento en los troncos que quedaron, es decir los están “ahogando”, eliminando con esto la posibilidad de que algún día pudieran regenerarse.

Por otro lado, los camellones que normalmente son utilizados como áreas verdes con pasto y flores perfectamente colocados, y brindan una imagen de belleza y frescura, han sido reducidos a un depósito de tierra y grava a través de unas horribles ondulaciones, que solo sirven para hacer más patética la imagen de tristeza y abandono en que se está convirtiendo la ciudad, a esto de los camellones francamente no se le encuentra  sentido alguno.

Solo dios sabe a quién se le ocurrió colocar los transformadores de energía eléctrica precisamente en los camellones, pues honestamente nunca había visto algo parecido en ningún lugar, seguramente por el grave riesgo que significa el estar a media calle expuestos a la imprudencia de algún cafre del volante -que en Apizaco sobran-. Pero a quien haya sido el autor de semejante idiotez, se le debería de aplicar algún castigo por poner en riesgo la seguridad de los apizaquenses.

En otras entregas, hemos comentado el grave daño que esta obra ha ocasionado a los comerciantes, no solo de la 16 de septiembre si no a la gran mayoría, pues toda la ciudad se ha visto afectada en el tráfico vehicular lo que ha ocasionado pérdidas incuantificables en los casi siete meses que llevan estos mal planeados e innecesarios trabajos.

Hace unos días se dio a conocer por parte del gobierno municipal y del estado, que se habían contratado otras empresas constructoras para acelerar el tiempo de entrega, y se comprometieron a terminar el 15 de febrero algo que parece imposible, y como siempre el pueblo será víctima de una mentira más de la que nos tienen acostumbrados nuestros gobernantes.

 

                                                

Frase para la reflexión:

“LO QUE MAL EMPIEZA, MAL TERMINA”

 

Como siempre, mi total agradecimiento y respeto a quienes me brindan un momento de su tiempo. Gracias y hasta la próxima.