No fue una decisión fácil aceptar la candidatura que el Partido del Trabajo tuvo a bien ofrecerme para representarlo como Candidato a Diputado Federal por el distrito 01. Me impulsó finalmente a hacerlo el haberme enterado que ALEX ORTIZ difundía en la prensa local la falsa especie de que él sería el abanderado del partido de la estrella en esta circunscripción electoral que, como usted sabe, tiene su cabecera precisamente en este municipio de Apizaco, cuyo erario depredó sucia y descaradamente el sujeto mencionado a lo largo de los tres años que lo presidió. Para evitar esa maniobra no tuve otra salida que participar en la contienda, desplazando de la candidatura a una persona -el mencionado ALEX ORTIZ- que habría llenado de desprestigio, al partido y a Tlaxcala. Y mi decisión se vio luego reforzada cuando se fueron conociendo los nombres de los candidatos de los demás partidos.
Empezaré por el Dr. ALFONSO SANCHEZ ANAYA. Es necesario recordar que, en 1994, fue electo diputado federal por PRI para integrar la LVI legislatura. Posteriormente, ya en 1998, dejó las filas del PRI a causa del disgusto que le supuso no haber sido candidato a la gubernatura por el partido tricolor. Profundamente frustrado, negoció con CUAUHTÉMOC CÁRDENAS y con LOPEZ OBRADOR -en aquel tiempo líder nacional del PRD- la candidatura de la izquierda y, en coalición con otros partidos del mismo signo ideológico, ganó las elecciones para gobernador de Tlaxcala en el periodo 1999-2005. Terminada su gestión como mandatario de la entidad, llegó al Senado de la República en el sexenio 2006-2012. Actualmente, ha sido nominado por MORENA como su abanderado en este Primer Distrito.
De los datos anteriores podrán desprender ustedes que, después de más de veinte años de chupar de la inagotable y generosa ubre del presupuesto público, el médico veterinario SÁNCHEZ ANAYA decidió jamás “vivir en el error”. Si por lo menos haberlo mantenido con nuestros impuestos a lo largo de ese tiempo se hubiera traducido en resultados benéficos para la gente, el daño no habría sido tanto. Pero por más que se le busque es casi imposible hallar en su carrera algún logro tangible. Y si se le añade su extraña y absurda obsesión por abrile espacios políticos a su ESPOSA… Todavía se recuerda la vergüenza que hizo pasar nacionalmente a los tlaxcaltecas cuando la postuló para sucederlo en la gubernatura del estado. Ese es ALFONSO SÁNCHEZ ANAYA.
De ORLANDO SANTACRUZ, candidato del PAN a esa misma diputación, es poco lo que puedo agregar a lo que desde este espacio -y en todos los foros en los que me he presentado- he expresado en torno a su deleznable calidad moral. Lo que sorprende es que haya tenido el valor suficiente, primero, para luchar por esa postulación y despues, para conseguir una buena madrina -la senadora ADRIANA DÁVILA- que se la facilitara. Y aún más arrojo -¿o será ignorancia?- se requiere para afrontar una elección constitucional en la que va a ser exhibido por propios y extraños como el desfalcador probado que es. ¿Pensará acaso que la gente no tiene memoria? ¿O es que nos considera a todos unos retrasados mentales que ya olvidamos los más de… ¡OCHENTA MILLONES DE PESOS! que se robó del tesoro municipal de Apizaco a su paso por la presidencia del municipio rielero?
Respecto a ROSALINDA MUÑOZ, candidata del PRI, me queda perfectamente claro que ha sido utilizada de manera “emergente” para participar en estas elecciones, ocupando la posición que en un principio pretendía “MARIANITO” -el hijo del gobernador-, quien después de constatar el absoluto rechazo de la ciudadanía hacia su padre -y por ende a su persona- que lo colocaba en el último lugar de las encuestas, optó por retirar su precandidatura. De ahí la necesidad repentina de acudir a la figura de ROSALINDA, la que no sé cómo podrá realizar un papel medianamente decoroso, a pesar de los muchos recursos de que dispondrá para su campaña.
De los candidatos de los otros partidos me reservo de momento la opinión, pues francamente la mayoría son desconocidos y no cuento con elementos suficientes para referirme a ellos.
Termino diciéndoles que estoy de nueva cuenta en la lucha; que no ignoró que enfrento adversarios que me van a superar en dinero y que estoy consciente de la responsabilidad que supone volver a participar en política. Desde hoy, doy las gracias a todos los que decidan confiar en mí persona; tengan la plena seguridad de que jamás voy a defraudarlos.
Como siempre, mi total agradecimiento y respeto a quienes me brindan un momento de su tiempo. Gracias y hasta la próxima.