Nuevamente el día de ayer la ciudad de Tlaxcala sufrió un terrible caos, ya que se vio afectada por los llamados “maestros”, que decidieron marchar desde diversos puntos de la capital hacia el centro de la ciudad, causando graves problemas de vialidad a quienes tuvieron la mala fortuna de ser víctimas de estos zánganos, que han hecho del magisterio una verdadera vergüenza nacional.
Es verdaderamente patético ver como esta gente, se escuda en un derecho que nos da la constitución y que es el de manifestarse libremente, sin embargo, las consecuencias de este libertinaje y abuso, siempre las pagarán los ciudadanos que nada tienen que ver con sus demandas, que en este caso me parecen aparte de injustas, inaceptables, pues exigen que se cancele la llamada “reforma educativa”. Tengo entendido que dicha reforma ya fue aprobada e incluso se está aplicando en estos momentos en todo el país, excepto en estados como Oaxaca, Michoacán, Guerrero, y Chiapas, lugares donde la coordinadora nacional de trabajadores de la educación (CNTE), se ha opuesto en primer término a que los profesores sean evaluados, es decir, examinados para saber si tienen la capacidad y conocimientos para estar al frente de un grupo de alumnos.
Los resultados, estimado lector, todos los conocemos, aceptando que en el caso de Tlaxcala hasta hoy dichas manifestaciones no han desencadenado en la violencia con la que acostumbran actuar estos grupos, posiblemente se deba a que aquí han hecho acto de presencia las fuerzas del orden que de una u otra forma hemos de reconocer, que aunque sea para espantar sirven.
Lo que sí es una triste realidad, es que en nuestro estado, en la mayor parte de las escuelas públicas el nivel de enseñanza es sumamente bajo, pues está comprobado que la ausencia constante de los profesores en las aulas -ya que con cualquier pretexto suspenden clases- afecta considerablemente la continuidad de los ya de por si deficientes programas educativos, es una lástima que hoy en día se puedan contar con los dedos y reconocer a los muy pocos maestros que realmente cumplen con la noble y dignificante labor de enseñar y educar a los niños y jóvenes que están a su cargo, pues es de todos conocido el nivel de conocimientos que hoy en día -para nuestra mala fortuna- tienen la mayor parte de los pequeños que estudian la primaria, ya que algunos niños llegan a cursar el quinto o sexto grado sin saber leer correctamente, en una palabra, tengo entendido que el sistema que hoy se aplica para la enseñanza en este nivel es sumamente diferente al que se utilizó hasta hace algún tiempo, donde al terminar el primer año de primaria todos sabíamos leer perfectamente, y es aquí donde surge una gran pregunta… ¿POR QUE EN LUGAR DE MEJORAR LA CALIDAD DE LA EDUCACION EN MEXICO, ES CADA VEZ MAS DEFICIENTE?
Algunas de las respuestas pudieran ser las siguientes:
1.- Que al gobierno le conviene tener una sociedad de bajo nivel educativo a la cual pueda manipular a su antojo, pues recordemos que “un pueblo con educación es aquel que conoce y por lo tanto sabe exigir y defender sus derechos”
2.- Que el Gobierno cometió un grave error desde hace muchos años al haber entregado el control absoluto de la educación a los sindicatos, y lógicamente hoy se niegan a perder siquiera una mínima parte de los beneficios y prebendas obtenidas a través del chantaje y abusos exagerados de sus dirigentes.
3.- Que el Gobierno dentro de uno de esos tantos beneficios, permitió que se vendieran y heredaran las plazas, por eso hoy en día hay tantos “maestros” que no tienen la mínima idea de lo que es enseñar, y mucho menos la capacidad para transmitir conocimientos que no tienen.
Por último, a los sufridos habitantes de la capital tlaxcalteca les esperan más días difíciles por venir, pues ya han anunciado su presencia los padres de los normalistas de Ayotzinapa, para manifestarse contra la desaparición de sus hijos -como si venir a perjudicar a los tlaxcaltecas en algo pudiera ayudar a sus reclamos-.
Frase para la reflexión:
“POR ESO ESTAMOS COMO ESTAMOS, POR ESO NUNCA PROGRESAMOS”
Como siempre, mi total agradecimiento y respeto a quienes me brindan un momento de su tiempo. Gracias y hasta la próxima.