• Homero Meneses Hernández
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Este día se celebra el día de la madre, se trata de una de las fechas más importantes en nuestro país; creo que también debemos aprovechar estas fechas para reflexionar en torno de lo que significa ser madre en México.

Según el Inegi, en el 2015 habitaban nuestro país 48.7 millones mujeres mayores de 12 años y el 67.4 por ciento había tenido al menos un hijo nacido vivo; la fecundidad es de 2.2 hijos por mujer; el mayor segmento de mujeres que se embarazan está en las edades de 20 a 34 años de edad; 91 de cada 100 mujeres dio leche materna; y el promedio de lactancia es de 8.8 meses.

Las mamás mexicanas son mujeres antes que madres. Como mujeres su plenitud no está anclada a la maternidad, sin embargo, cada vez más mujeres son presionadas para ser madres; el estudio, el empleo, la búsqueda del éxito profesional hace que cada día más mujeres pospongan la edad en que desean ser madres, y la sociedad presiona a través de múltiples formas para que la maternidad ocurra.

Las mujeres no sólo están sometidas a la estigmatización por ser madres, como mujeres viven un mundo de violencia constante y cotidiano. El acoso sexual es una vergüenza para una sociedad que no acaba de salir del machismo y ya se topa de frente con una cultura que ve a las mujeres como objeto. El Inegi reveló que un millón de mujeres son tocadas por un extraño sin su consentimiento al año.

Según el artículo 13 de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, el acoso sexual es una forma de violencia en donde, si bien no existe una relación de subordinación real de la víctima frente al agresor en los ámbitos laboral o escolar, hay un ejercicio abusivo de poder que conlleva a un estado de indefensión y de riesgo para la víctima.

No obstante, sólo la mitad de los estados tipifican al acoso sexual como delito y establecen penas que van de tres meses y hasta cinco años de prisión. En Tlaxcala este delito no existe, a pesar del grave problema de Trata que tenemos. Por fortuna, debo decirlo con toda claridad, Lorena Cuéllar propuso recientemente tipificar este delito y adecuar nuestro marco jurídico local, para estar en condición de poder activar de manera expedita y contundente, en coordinación con el Sistema Nacional de Seguridad, la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres, para resolver el endémico problema de trata de personas  que padece la región Tlaxcala-Puebla.

La violencia obstétrica tampoco está considerada ni en Tlaxcala ni en el país. Miles de mujeres sufren la acción u omisión del personal médico y que provoca daño físico o psicológico durante el embarazo, parto o puerperio y representa una violación a los derechos humanos, en particular a los derechos reproductivos de las mujeres. A diferencia del acoso sexual, la violencia obstétrica no debiera considerarse como delito, según plantea el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), pero debe ser observada como violencia institucional y de género y buscar que las clínicas de salud garanticen a las mujeres que su atención medica sea de calidad.

El camino es aún muy largo. El 1er. Congreso Feminista “mujeres con poder” realizado en Tlaxcala, fue un espacio de reflexiones y propuesta interesantes, ahí la Dip. Eréndira Jiménez Montiel, así como varias activistas y académicas, trazaron caminos y plantearon reflexiones para que hombres y mujeres luchen juntos por la igualdad.

Me parece que el mejor regalo que pudiese tener cualquier madre en este día, es saber que se está trabajando, para lograr que las mujeres tengan una vida sin violencia, para que se empoderen económica y socialmente, y tener la certeza de que sus hijas no sufrirán ni acoso sexual ni tendrán que soportar miradas lascivas en la calle y transporte público, como muy probablemente ellas las han sufrido.

Por ello, hay que impulsar una sociedad participativa, critica y exigente.

De por ahí…

La guerra sucia en tiempo de campaña continua, lucen desesperados los medios a fines al actual régimen, tanto ha sido su malestar por el avance del cambio, que no sólo han creado vídeos y narrado eventos de manera maliciosa, ahora crean cuentas en redes sociales y buscan atemorizar a la gente. Es la estrategia que en 2006 utilizó uno de los personajes mas siniestros de las política mexicana, Felipe Calderón así usurpó la presidencia.

Twitter@HomeroMeneses