• Homero Meneses Hernández
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Fue gracias al trabajo periodístico de Carmen Aristegui, que se conoció de la Casa Blanca de Enrique Peña Nieto, y con ello una larga cadena de favores de empresarios de la construcción en beneficio no sólo de Peña sino también de Luis Videgaray el secretario de Hacienda. 

Fue también gracias a una investigación periodística publicada en el portal de noticias Animal Político  que nos enteramos de uno de los muchos casos de corrupción de Javier Duarte el gobernador priista de Veracruz, se documentó con lujo de detalle la forma en que se entregaron contratos a una red de empresas fantasma para la compra de productos que debían destinarse a población vulnerable, fueron 645 MDP que literalmente desaparecieron, según señala el trabajo de investigación periodístico que se realizó  con apoyo de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad.

También fue gracias a la revista Expansión que conocimos el artículo periodístico denominado “Los Piratas de Borge”  en el documento se da cuenta de la forma en que el gobernador priista de Quintana Roo en sociedad con funcionarios públicos y notarios de aquél estado se adjudicaron de manera prácticamente delincuencial diversas propiedades tanto de empresas como de particulares.

También fue gracias a investigaciones de la sociedad civil y al apoyo de los medios de comunicación que conocimos las prácticas de Cesar Duarte, gobernador priista de Chihuahua quien se hizo de un banco y dejo una deuda 42 mil 762.1 MDP, aunque el gobernador electo de aquél estado asegura que la cifra es de más de 50 mil 700 MDP .

Cesar Duarte superó a su compañero de partido y expresidente del PRI Humberto Moreira, en materia de deuda y quizá también lo supere en impunidad. Hay que recordar que Moreira fue acusado de blanqueo de capitales, malversación de caudales públicos, organización criminal y cohecho, pero salió libre luego de un intenso cabildeo de las autoridades mexicanas en España. Como dato adicional, Moreira fue el hacedor político de la candidatura del actual gobernador de Tlaxcala, otro dato, Moreira está acusando al Dr. Sergio Aguayo por daños a su moral, le pide 10 MDP , ese dato de incomodidad ante los señalamientos periodísticos se empareja con la demanda que en Tlaxcala se hizo contra Martin Ruiz, el director del portal de noticias e-consulta, sí, también por daños a la moral. 

Seguramente mis dos amables, libres y únicos lectores, perciben que la constante en todas estas investigaciones sobre corrupción en el país, es el trabajo periodístico. Sin embargo, me llama mucho la atención que en Tlaxcala ese trabajo no existe o quizá sólo ignoro de su existencia .

En Tlaxcala los periodistas (con excepción de dos o tres) se dedican a reproducir boletines informativos que remiten en general los distintos ámbitos y niveles de gobierno, y en particular el gobierno estatal, eso tras modestos convenios si se trata de periodistas distanciados del régimen o de jugosas recompensas si además se combina el “boletineo” con columnas de opinión al servicio del poder. 

Ese “ejercicio periodístico”, encuentra su máxima expresión de ridiculez cuando mayor es el poder político o económico de los actores de la noticia, así la semana pasada vimos a los “periodistas tlaxcaltecas” de puntitas y aplaudiendo a Enrique Peña Nieto en su visita a nuestro estado, antes debieron formarse para que les permitieran la entrada. Ninguno de esos “periodistas” ha tocado ni con el pétalo de una frase a quien ha reconocido que la adquisición de la Casa Blanca fue un error, ha debido ser el propio Peña Nieto quien dé la nota de sus actos de corrupción al pedir perdón por ellos, pero no los periodistas tlaxcaltecas, a quienes tampoco se les conocen trabajos de investigación periodísticos o de cuando menos fuerza argumentativa para cuestionar al poder. Si acaso, lo hacen de manera selectiva, y sólo contra los diputados y algunos presidentes municipales, jamás, nunca y por ningún motivo indagan sobre el máximo poder político de Tlaxcala. 

¿Por qué sucede eso? No lo sé, me declaro ignorante, pero quizá se deba a los bajísimos salarios que pagan los espacios de noticias y que éstos subsisten básicamente por los convenios que se firman con el poder político. Pero creo que hay esperanza, si está sucediendo en el país, quizá más temprano que tarde vemos un despertar periodístico en Tlaxcala.
De por ahí…

El gobernador de Tlaxcala, se mostró orgulloso del cambio de generación que los políticos de su partido están viviendo en nuestro estado. Dicen que se adelantó al PRI nacional; sin embargo, es bueno recordar que Peña Nieto también se mostró orgulloso del nuevo PRI en el 2012  cuando presumía a Cesar Duarte, Javier Duarte y Roberto Borge, los tres jóvenes gobernadores del PRI hoy están siendo acusados de los más viles actos de corrupción. Juventud no es sinónimo de pulcritud, hay que vigilar a esos jóvenes pues dentro de ellos hay quienes están por razones distinta al merito, según dicen los propios priistas y sus aliados.

Twitter@HomeroMeneses